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Varias indigentes recogen las monedas lanzadas por los ultras del PSV Eindhoven - ABC

La Fiscalía investigará a los aficionados del PSV por el «trato degradante» a las mendigas de la Plaza Mayor

La embajada de Países Bajos en España recriminó la actitud de los hinchas del PSV. Philips, patrocinador del club, lamentó «la mala conducta» de los «hooligans»

Madrid Actualizado: Guardar
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La Fiscalía Provincial de Madrid ha abierto diligencias de investigación por la conducta de los seguidores del PSV Eindhoven en la Plaza Mayor de Madrid en la que humillaron a varias personas. En una nota informativa, la Fiscalía considera que los hechos podrían ser constitutivos de un delito de trato degradante y otro contra los derechos fundamentales por lesionar la dignidad mediante humillación, menosprecio o descrédito. La Policía española se coordinará con las autoridades holandesas para identificarlos.

Cadena de reacciones

Representantes políticos, instituciones, entidades y organizaciones de todo tipo condenaron ayer el «lamentable y vergonzoso» episodio vivido el martes en la Plaza Mayor, cuando un grupo de ultras del PSV Eindhoven holandés humilló a las gitanas rumanas que mendigan en la plaza.

La ola de comentarios y valoraciones surgió a raíz de unas imágenes de vídeo que mostraban a los aficionados tirando monedas a las indigentes; exaltadas, se lanzaban al suelo para recogerlas, peleándose entre sí, e incluso bailaban y hacían flexiones ante el jaleo y las burlas de la multitud, como una suerte de monos de circo.

La estampa, ocurrida a mediodía, al calor de las innumerables jarras de cerveza que consumieron en los bares y terrazas de este enclave turístico, ha dado la vuelta al mundo y ha generado una corriente de críticas que no solo califica los hechos de «bochornosos», sino que ve indicios de delitos de odio por «humillación racista». Los «hooligans», que serán investigados, vinieron a la capital con motivo del partido de Liga de Campeones que enfrentaba a su equipo y al Atlético de Madrid en el estadio Vicente Calderón.

Por alusiones, todas las instituciones relacionadas con el conjunto de Eindhoven han criticado duramente el episodio. Philips, patrocinador del equipo, emitió un comunicado en el que condena «la mala conducta» de estos seguidores, mientras que la Embajada de Países Bajos en España destacó que se «distancia tajantemente» del comportamiento de este «pequeño grupo» de hinchas. El propio PSV prometió que tratará de identificar a los implicados y que tomará medidas ejemplares: «No hay espacio para gente como ellos. No sintonizan con los valores morales y las normas éticas del club».

A escala nacional, diferentes representantes salieron al paso para calificar unos hechos que, a juicio de Manuela Carmena y Cristina Cifuentes, son una ofensa a lo «humano». El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, declaró anoche en una entrevista a un canal de televisión que la actuación de los ultras del PSV es «repugnante» y «habría que proceder por vía judicial».

«Dan problemas a diario»

Según testigos presenciales, los hechos comenzaron en torno a las 13.30 horas. Una vez que las mujeres comenzaron a pedir entre las mesas –«como siempre, con insistencia», relata un camarero–, espontáneamente se fue formando un enorme círculo junto a las mesas. «Alguien debió echarles una moneda, vieron lo que pasaba, y ya les siguieron otros tantos», apuntan. En ese clima de burla, una parte de los aficionados holandeses comenzó a tirar euros, a instigar los bailes e, incluso, a echar cerveza en el vaso con el que pedían las mendigas ante la mirada indiferente del resto de asistentes. La ofensa a la dignidad de las mujeres alcanzó su techo cuando un hombre quemó un billete de 5 euros y se lo lanzó a una de las mendigas.

Sin embargo, el testimonio de los locales de hostelería, a título particular, está condicionado por su hartazgo respecto a estas mujeres, conocidas en la zona porque «roban e incomodan y acosan a los clientes». Luis Rueda, de la Cervecería Plaza Mayor, asegura que no es la primera vez que ocurre algo así, «aunque en otras ocasiones era un grupo menor». Añade este trabajador, al igual que su compañero Francisco Juan, de otro establecimiento, «que hay que conocer las circunstancias de la plaza para poder valorar lo que ha pasado».

Aseguran que lo ocurrido «no puede empañar el buen comportamiento que han tenido» los aficionados del PSV. «Han estado aquí varios días y no ha habido ningún problema; han sido educados en todos los locales». El presidente de la Asociación de Hosteleros de la Plaza Mayor, José Antonio Aparicio, condenó enérgicamente lo ocurrido pero insistió en que fue uno de los días «más tranquilos» en lo que a visitas de hinchadas extranjeras se refiere. «Sorprende este hecho tan lamentable porque fueron bastante pacíficos», destacó.

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