La intensa campaña de Albert Rivera en Galicia apoyando a Cristina Losada no fue suficiente para lograr un escaño
La intensa campaña de Albert Rivera en Galicia apoyando a Cristina Losada no fue suficiente para lograr un escaño - EFE

C’s inicia esta semana su reconstrucción en Galicia tras el gran fracaso del 25-S

Miembros de la dirección nacional del partido presentarán mañana el Plan para preparar las municipales de 2019

Identifican bolsas importantes de votantes en municipios en los que no tienen agrupaciones constituidas

Santiago Actualizado: Guardar
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La imagen que dejó el 25 de septiembre en Ciudadanos Galicia es la de un solar completamente arrasado. El partido de Albert Rivera se dejó por el camino entre las elecciones generales de diciembre y las autonómicas de hace un mes y medio prácticamente 100.000 votos. Con unos resultados del 20-D, la formación naranja hubiese sido clave en la formación de Gobierno en la Xunta y alcanzaría con holgura grupo parlamentario propio. En cambio, las poco más de 48.000 papeletas recabadas el 25-S les dejaron fuera de O Hórreo con un margen amplio.

Entre las dos fechas, C’s ha navegado constantemente por aguas turbulentas. La primera de las polémicas fue la revocación de las primarias para apartar al número uno de La Coruña Antonio Rodríguez en favor de José Canedo, que derivó en la conformación de un amplio sector crítico que se levantó contra la «cacicada» de la dirección nacional.

El partido reaccionó con una de sus grandes «purgas» y abrió expediente a los portavoces locales que dieron la cara públicamente para reprochar esta decisión. La expulsión de estas figuras acarreó una sangría de militantes que acabó descapitalizando al partido. Todo ello fue salpicado de escándalos puntuales de sus candidatos para acabar por minar la imagen de la formación.

Esta es la foto fija que se encuentra el partido a día de hoy, en la víspera de la visita de altos cargos de la dirección estatal a Galicia para presentar el Plan Estratégico que pretende guiar a su brazo gallego hasta las elecciones municipales de 2019. Uno de los dirigentes que participará en esta reunión es el secretario de Organización, Fran Hervías, artífice de la expansión territorial de los últimos tiempos y señalado como responsable de las expulsiones masivas de díscolos por toda España. El apodado como «señor Lobo» de C’s se muestra para ABC consciente del «evidente mal resultado» en la Comunidad, y de las deficiencias de la organización en un territorio en el que admite que el PP ha sufrido menos desgaste que en el conjunto estatal y en el que Alberto Núñez Feijóo tiene un perfil más amable para los simpatizantes naranjas.

El horizonte despejado de convocatorias electorales va a permitir al partido renovarse y dotarse de una mayor estructura a todos los niveles. De hecho, Hervías recuerda que a principios de año celebrarán su Asamblea General, máximo órgano del partido, después de cinco años. «Cuando ocurrió la anterior, éramos un partido con tres diputados en Cataluña. Hoy tenemos 30 en el Congreso, representación en la mayor parte de Parlamentos autonómicos, concejales...», enumera.

Expansión en el rural

«Nuestra nueva estructura será similar a la del PP. Ya vemos los problemas de las baronías del PSOE»
Fran Hervías Sec. org. c’s

Según la versión del secretario, el cónclave servirá para crear un organigrama de partido más tradicional y presidencialista «similar al del PP, porque ya vemos los problemas que genera el sistema de baronías del PSOE». Así, la intención parece ser la de dar más capacidad de decisión a las agrupaciones autonómicas y provinciales y evitar que sean meras oficinas de coordinación. Tras la Asamblea, todos los cargos deben volver a ser elegidos y, según fuentes consultadas de diversos sectores, se espera que haya profundos cambios en los nombres que hasta ahora han copado la dirección gallega y que han contribuido a llevar a la federación a su estado actual.

De lo poco que avanza Hervías del Plan Estratégico que presentará mañana es la intención de tejer una red más vasta de militantes e implantarse por todo el territorio, especialmente en zonas rurales, donde tienen su mayor déficit. De hecho, la máxima prioridad es establecerse en lugares en los que se han detectado bolsas importantes de votantes y en los que no hay agrupaciones constituidas. Lo que no está todavía definido es el método, ya que Hervías apuesta por grupos creados ex novo, pero tampoco descarta la posibilidad de valerse de pequeños partidos independientes que ya operen en la zona y puedan «compartir los valores de Ciudadanos».

Todo son incógnitas en el futuro de los centristas. Una de las más notables es el encaje que tendrá Cristina Losada en la nueva ejecutiva autonómica. La que fuera candidata a la presidencia de la Xunta todavía no es militante, y ha confirmado a este periódico que está a la espera de saber qué planes tiene el partido para confirmar si afianza sus vínculos al mismo o se aleja de la política. En este sentido, no quiere valorar más que su compromiso «no terminaba el 25-S» y se limita a apuntar que mantiene la relación con la ejecutiva pero no está «en el día a día» de la vida orgánica. Por su parte, desde la dirección nacional la idea es seguir contando con ella en los próximos meses, aunque confiesan que no le han puesto ningún cargo concreto sobre la mesa.

Los críticos

Pese a las expulsiones y bajas voluntarias de afiliados, C’s Galicia todavía cuenta con un sector crítico que prevé dar la batalla para que la formación «recupere los principios fundacionales de democracia interna y regeneración a política». Alguno de ellos forma parte de la corriente «TranCsparencia», que aglutina a descontentos de toda España y que celebró este mismo fin de semana una reunión a nivel nacional. Según señalan, sus reivindicaciones son las mismas desde hace meses: «Más comunicación entre agrupaciones, más respeto a las decisiones de los afiliados y ser fieles al ideario». Sobre la reunión de mañana, albergan escasas esperanzas de que el partido cambie de tendencia en los próximos meses, aunque están esperando a la Asamblea General para que enderece el rumbo. «Ahí se verá si somos de verdad un partido liberal y progresista o seguimos siendo stalinistas que expulsan al que quiere hablar», concluyen.

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