Juan Soto - EL GARABATO DEL TORREÓN

Complicaciones endógenas

El presidente Núñez Feijoo ha alcanzado un alto grado de especialización en el arte de complicarse la vida

Juan Soto
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El presidente Núñez Feijóo ha alcanzado un alto grado de especialización en el arte de complicarse la vida. Aunque lo parezca, esto de pisar charcos sin que nadie te empuje no es una habilidad al alcance de cualquiera. Porque una cosa es el político de complicación exógena y otra el de complicación endógena. Una el tonto por inducción y otra el tonto por vocación. Es decir, una cosa es el político a quien le meten en un fregado los demás (habitualmente, los integrantes de su cofradía, como nos advirtió para siempre el canciller Adenauer) y otra bien distinta el político que se complica la vida él solito, por propio impulso, empeñado en echarse la soga al cuello sin ayuda del verdugo.

El harakiri no es un ritual exclusivamente japonés: entre la loquinaria clase política española también suele practicarse con relativa frecuencia.

El más reciente episodio de autodestrucción acaba de ser protagonizado por Núñez Feijóo tras su reelección en el XVI Congreso del PPdeG. No hablamos ahora del difícilmente explicable reemplazo de Alfonso Rueda, sino de una decisión, que vista desde la provincia de Lugo resulta incoherente, un tanto descabellada y quizá de consecuencias muy serias para quien la ha adoptado. Porque resulta que la voluntad digital de Núñez Feijóo ha castigado al sector mayoritario del partido, dominador aplastante del reciente congreso provincial, en beneficio del perdedor, reducido prácticamente a una delegación testimonial, representada, conviene decirlo, por personas que disfrutan de ventajosas vacaciones cuatrianuales en Madrid y no pisan la provincia ni para la cena de Navidad.

El desafío de Núñez Feijóo es muy arriesgado, al menos a primera vista. Están cerca las elecciones autonómicas para las que él vuelve a postularse como presidente de la Xunta. Podría suceder que los relegados se cruzasen de brazos en una campaña que va a ser muy dura. De ser así, quienes tendrán que muñirle los votos en la circunscripción luguesa van a ser el diputado García Díez, el senador Barreiro y la señora Arias. La cosa puede dar mucha risa.

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