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La Asociación de Diplomáticos ve inaceptable el nombramiento de Wert

Reclaman que los embajadores sean elegidos entre miembros de la Carrera Diplomática

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El nombramiento de José Ignacio Wert como embajador jefe de la Delegación Permanente de España ante la OCDE ha provocado malestar entre los diplomáticos españoles, que consideran que los puestos de jefes de Misión pueden ser perfectamente cubiertos por los integrantes de la Carrera Diplomática.

Este martes, la Junta Directiva de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), que agrupa al 65 por ciento de los diplomáticos, ha difundido una nota en la que expresa su «preocupación» por el nombramiento del ex ministro de Educación y señala que se trata de un ejemplo más dentro de la serie de personalidades de PP y PSOE que, a lo largo de los últimos años «y sin cualidades resaltables para el puesto –subraya- son premiados con Embajadas como si se tratara de un grupo empresarial que recoloca a sus directivos en consejos de Administración».

El nombramiento de «embajadores políticos» ha sido más acentuado durante los Gobiernos socialistas que durante los populares y se puso de manifiesto de manera más clara en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando llegó a haber hasta una decena. Wert es el segundo nombrado por el Gobierno de Mariano Rajoy, después de Federico Trillo para Londres.

En cualquier caso, los diplomáticos consideran inaceptable que la Administración se convierta en «un sistema de puertas giratorias» por el que los responsables políticos se aseguren puestos dentro de la misma una vez dejado el cargo.

En el caso de Wert, a quien irónicamente aluden como «embajador por amor», indican que además al haberse producido su nombramiento a sólo cuatro meses de las elecciones generales, cualquier otro partido o coalición puede revocar su nombramiento, con el consiguiente perjuicio para el Tesoro Público y las relaciones con la OCDE.

Señala que no discute la discrecionalidad que la ley otorga al Consejo de Ministros para el nombramiento de embajadores, «especialmente si las cualidades que adornan al candidato suponen una clara ventaja para los intereses de España y no una simple sinecura o canonjía», pero recuerda que la Audiencia Nacional ha resaltado que la discrecionalidad no puede convertirse en arbitrariedad.

La ADE reclama que los embajadores sean nombrados, de acuerdo con los principios de profesionalidad y transparencia de entre los integrantes de la Carrera Diplomática, que un cuerpo superior de la Administración y que están –dice- perfectamente capacitados para ocupar cualquiera de los puestos existentes en las distintas Misiones de España en el exterior, tras superar unas oposiciones y con una considerable experiencia profesional, adquirida a lo largo de muchos años.

Los diplomáticos estiman que sólo de forma excepcional los nombramientos de embajadores podrían hacerse entre personas que no perteneciendo a la Carrera «posean cualidades y conocimientos que hagan claramente ventajoso su nombramiento por el interés de España».

Por último, advierte del perjuicio que para los intereses del estado puede provocar el que haya personas ejerciendo funciones de política exterior que no cuenten con preparación y experiencia para moverse por la escena internacional.

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