Alemania puede incrementar la edad media de jubilación en los próximos años
Alemania puede incrementar la edad media de jubilación en los próximos años - EFE

Los alemanes se jubilarán en un cuarto de siglo a los 73 años

Un instituto germano calcula que la edad de retiro laboral subirá a este umbral en 2041

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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Alemania trabaja en un sistema flexible y a la carta que permita la sostenibilidad de las pensiones, Flexi-Rente, un sistema mixto que hará posible seguir trabajando más allá de los 65 años para completar los ingresos de la pensión estatal y disminuya los índices de pobreza en la tercera edad. Pero eso significa que los alemanes no sabrán a qué edad van a jubilarse del todo y, si hay algo que no les gusta, es no poder hacer planes por anticipado. Por eso el Instituto de Economía Mundial de Colonia (IW) ha elaborado un estudio tratando de anticipar a qué edad se jubilarán los actuales trabajadores y la conclusión es que, dentro de 25 años, lo más probable es que estemos trabajando hasta cumplir los 73. Como pronto.

Es de ese tipo de cifras que a ningún político le gusta mencionar, pero nace de un sencillo cálculo y de proyecciones en el tiempo. Si el sistema de jubilaciones se mantiene estable y la cotización al seguro de jubilaciones permanece constante o al menos sin grandes alteraciones, los trabajadores que ahora tienen entre 40 y 50 años deben contar con seguir haciéndolo hasta los 73 y, añade el estudio, ir preparándose para ello, resituándose en puestos que permitan seguir ejerciendo a una edad más avanzada y haciendo sus propias provisiones.

Según la ley alemana actual, la edad de jubilación ira subiendo progresivamente hasta llegar a los 67 años en 2029. Lo que ha calculado este instituto es que la proporción de personas con 67 años o más aumentará hasta el año 2030 al menos en un tercio, un fenómeno demográfico que no podrá compensarse por completo con el incremento de la inmigración actual. En Alemania, a día de hoy, hay casi tres personas en edad de cotizar por cada jubilado. Si esta relación se mantiene más o menos constante, que ya sería todo un logro, entonces deberá incrementarse la edad de jubilación en las siguientes proporciones: hasta 2030 en torno a los 69 años y hasta 2035 llegando a los 71.

El IW calcula que desde el año 2041 podrán mantenerse constante la edad de jubilación en los 73 años, y que el sistema mixto y la pirámide de población habrán encontrado un punto de equilibrio. Y todo esto en el mejor de los casos y sin contar los efectos perniciosos que una política mentaría hiperexpansiva por parte del Banco Central Europeo ejercerá sobre los ahorros de muchos alemanes, ya que, cuando se reparte dinero gratis, inevitablemente el dinero pierde valor.

Incremento progresivo

¿Se corresponden estos cálculos técnicos con la línea de trabajo del gobierno alemán? El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que por cierto cumplirá los 74 años en septiembre, al pie del cañón y con una envidiable energía, ha propuesto recientemente elevar la edad de jubilación a los 70 años. Lo presenta como una reforma que hay que ir introduciendo en el debate público, a la vista de la evolución demográfica, sin prisa pero sin pausa. De momento se ha encontrado con la negativa tajante de la ministra de Trabajo, la socialdemócrata Andrea Nahles, que ha respondido que «eso no sucederá mientras yo permanezca en este cargo». Los cargos, sin embargo, no son eternos. Y los propios jubilados, que actualmente cuentan con una pensión media del 48% del salario recibido durante su vida laboral, serán los primeros interesados en contar con la posibilidad de aumentar sus ingresos en una etapa de la vida en la que, debido a los avances médicos ya las expectativas vitales, los gastos siguen estando ahí.

Por ahora se elevará la edad de jubilación progresivamente desde los 65 hasta los 67 años hasta 2014 y se han incrementado las penalizaciones a la jubilación anticipada. Desde 2011 se pueden aplicar retroactivamente recortes de las pensiones. Las reformas implementadas desde el gobierno Schröder y hasta hoy tienen como objetivo que el tipo de cotización global no supere el 20% del PIB hasta 2020 y que no llegue al 22% a partir 2030. Para ello, se ha reducido la tasa de sustitución hasta el 67%, algo más del 4%. Esta medida supondría en 30 años una disminución del coste de las pensiones del 11% (11,8% en 2050; 13,3% en 2040, y 11,0% en 2030), y una reducción de dos puntos del PIB para el año 2050 (1,7 en 2030, y 2,2 en 2040) para que, en lugar de crecer el gasto en pensiones en cinco puntos del PIB, del 11,8% en 2000 al 16,9% en 2050, crezca sólo tres puntos, hasta el 14,9%. El tercer elemento son los incentivos fiscales a los planes privados de pensiones.

Para compensar las reducciones efectivas de pensión que todas estas medidas han supuesto, esta legislatura se ha legislado el mayor aumento de los últimos 20 años, un 4,25% en el oeste y de un 5,95% en el este del país, pero las subidas de pensiones son ya decisiones políticas coyunturales, ajenas a la estructura del sistema.

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