El manillar se adapta a Márquez

Era la primera prueba encima de la moto después de operarse el dedo meñique el pasado sábado. Con tiradas cortas, ha preferido sentirse bien y no forzar nada la mano. Terminó octavo en la primera tanda de entrenamientos, tercero en la combinada. No está al cien por cien, pero Marc Márquez hará todo lo posible por luchar por la victoria en el Gran Premio de España. «El dedo no está mal, sangran un poco los puntos. Además, no me afectó tanto la pierna en Qatar el año pasado como el dedo ahora porque lo fuerzo mucho al acelerar y al frenar», explicaba resignado.

Su objetivo solo es probarse el sábado y ver cómo evoluciona. Por el momento Márquez prefiere guardar los calmantes para el día de la carrera.

«Si los tomas puedes trabajar más con el dedo más de lo debido sin darte cuenta y no es bueno», indicaba. Su equipo también está haciendo todo lo posible para que pueda ser competitivo este fin de semana. Le han creado un puño especial, una almohadilla extra, para evitar que mueva tanto el dedo, porque ya le estaba generando más tensión en el brazo derecho.

«Llamé a Japón y les expliqué lo que pasaba. Ellos habían tenido un piloto que sufrió algo parecido y me comentaron este apaño que por el momento va bien. No puedo cerrar el meñique y esto me evita forzar la fractura». Pero se mostró optimista porque también existía la posibilidad de que ni siquiera pudiera ponerse encima de la moto. Tuvieron que habilitarle un guante más grande para poder pasar el dedo y los resultados no son los que a él le gustarían, pero le permitirá salir el sábado a dar todo por el todo. Los pilotos tienen esa capacidad casi sobrehumana de recuperarse en breves días. Ya lo demostró Jorge Lorenzo en 2013 al fracturarse la clavícula el viernes y disputar, y terminar quinto, la carrera el domingo.