Hermano Mayor de Nuestra Señora del Carmen

José Trigo: «Afrontaremos la nueva realidad, el Carmelo tiene que seguir»

El responsable de la cofradía reconoce que se abre un nuevo tiempo incierto con la marcha de los carmelitas pero confía en que todo marche bien

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Sabe bien lo que se trae entre manos. Y no solo porque es el hermano mayor de la archicofradía del Carmen, sino porque es uno de los hombres fuertes de la hermandad. Un cofrade y hermano entregado que hoy sumará una nueva salida procesional. Con ella, se pondrá en marcha una cuenta atrás de un año. Y es que el próximo 16 de julio de 2016 tocará decir adiós a los padres carmelitas, que abandonarán el templo más de un cuarto de milenio después de llegar a Cádiz. Una situación «triste» que preocupa en el seno de la hermandad de Gloria que ahora se enfrenta a un nuevo periodo histórico. Un tiempo en el que a José Trigo le tocará capitanear un barco que se enfrenta a un contexto totalmente nuevo, pero que afronta el reto con empuje y ganas.

Llega otro 16 de julio como hermano mayor, ¿cómo se vive la salida?

–La afronto con muchísima alegría e ilusión. Es el resultado del trabajo de todo un año con una junta de gobierno que está plenamente entregada a la archicofradía y que trabaja muchísimo. Después de todo este año se ven sus resultados.

La hermandad del Carmen tiene una trayectoria histórica de 377 años, pero ¿qué cambio cree que ha experimentado la devoción reciente en Cádiz con la coronación canónica?

–Cambio como tal no diría que ha habido. La coronación vino a demostrar la devoción que le profesa la ciudad a la Virgen del Carmen. Esa devoción se pone de manifiesto todos los meses de julio en la novena, la procesión… Creo que ha sido continuar una trayectoria de muchos años, la coronación fue la confirmación de lo que ya venía sucediendo.

¿Qué novedades y estrenos se presentan de cara a la salida procesional?

–Tenemos el estreno del juego de diez dalmáticas para el cuerpo de acólitos y el traje del pertiguero. Además, hemos restaurado piezas de orfebrería como las jarras del palio. Contamos con la presencia de la banda de La Oliva de Salteras acompañando a la Virgen que lleva muchos años y que tiene un lazo de unión con nosotros.

Y de cara a los años de su mandato, ¿tiene un proyecto fundamental marcado en mente?

–De cara a septiembre de 2016, cuando termina este mandato, lo que tenemos en mente fundamentalmente es la continuidad en la iglesia sin la presencia de los padres carmelitas. Es algo que no esperábamos y que ha venido a trastocar todas nuestras previsiones. Eso es lo que ahora mismo nos preocupa: afrontar esta nueva etapa en la historia de la hermandad sin los padres carmelitas. Al mismo tiempo, continuaremos manteniendo la cofradía en formación, caridad y los cultos.

¿Cómo se vive en la hermandad esta nueva circunstancia histórica?

–Con muchísima tristeza. Lo que nos sale es eso. La hermandad se fundó en Santo Domingo cuando aún no estaban los carmelitas en Cádiz y, cuando ellos abren su casa, reclaman que la Virgen esté en su casa como es lógico. Es entonces cuando se traslada al Carmen hace 255 años.

¿En qué situación se quedará el templo, las dependencias o la propia hermandad?

–De eso, ahora mismo, no sabemos nada. Lo único que nos queda es esperar. Como decía Santa Teresa, la paciencia todo lo alcanza. Hay que ser paciente, aunque estemos nerviosos, esperar a que vengan las cosas y afrontarlas con ilusión y ganas porque el Carmelo tiene que seguir.

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