Camacho, a su llegada a la comisión
Camacho, a su llegada a la comisión - efe

Camacho dice que la grabación de La Camarga fue ilegal y que está manipulada

La dirigente popular acusa a los grupos de levantar una «cortina de humo» para distraer la atención del «caso Pujol»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha defendido este viernes que la grabación de su almuerzo con la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, fue «ilegal», y ha acusado a los partidos de querer desprestigiarla. También ha asegurado que la versión de la grabación que circuló por internet y que escuchó el Parlamente el martes pasado está «editada y manipulada» y que la única copia íntegra es la que tiene en su poder el juez.

Ha recordado que se produjo una «vulneración de un derecho fundamental» al haber grabado aquel almuerzo y que por ello decidió ejercer «deliberadamente acciones civiles y no penales por violación del derecho al honor, intimidad y propia imagen, que se resolvió con asentimiento del allanamiento civil total».

En respuesta a los parlamentarios, en una larguísima comparecencia que prácticamente ha durado cinco horas, Camacho ha reiterado que ella no tenía conocimiento de que se la estaba grabando, como sí sostiene su interlocutora en esa comida. La líder del PPC ha inistido en que que esa comida solo le ha generado "perjuicios", y ha reiterado que no conocía la agencia Método 3 y solo tuvo conocimiento de la misma posteriormente a través de la prensa.

La dirigente ha querido dejar "muy clarito" a los que la "acusan de manera impune y sin ninguna prueba" que no tenía conocimiento de esa grabación: "Y lo reiteraré hasta que me muera". De igual forma, Camacho ha asegurado que no denunció los hecho de los que le hizo partícipe Victoria Álvarez porque le faltaban pruebas.

En su intervención inicial ante la comisión parlamentaria del fraude, la evasión fiscal y la corrupción, ha remarcado que la grabación se hizo sin su consentimiento, y ha recordado que en la trama de presunto espionaje hubo otros «espiados», como la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega; el expresidente catalán José Montilla, y el conseller Felip Puig.

Ha esgrimido que la prueba de que la conversación fue grabada ilegalmente está en que la agencia de detectives Método 3 respondió a su demanda con un «allanamiento civil total» en el que reconocía que la grabación fue ilícita. La dirigente popular también ha asegurado que con su comparecencia se quiere «distraer la atención para que no se sepa el origen de la fortuna de los Pujol».

La líder popular ha cargado contra las «injurias y vejaciones» recibidas, pero ha dejado claro que le resultan «claramente indiferentes»: «Tengo la tranquilidad de haber actuado siempre de acuerdo a la legalidad y la actuación de la normalidad, la legalidad y el Estado de Derecho».

«Ustedes no tenían ningún interés en preguntarme, solo querían espectáculo», ha dicho, lamentando las declaraciones «superficiales, frívolas e irresponsables» al haberla acusado de «pasarse el Parlament por el forro» y, recordando su condición de "creyente", ha ironizado: «Perdónales, porque no saben lo que hacen».

Ver los comentarios