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La pizarra del Mallorca 1-1 Cádiz
Ni con un gol por delante en el marcador, el cuadro de Sergio es capaz de ser un equipo sólido y férreo ante un rival sin ideas pero el empuje suficiente para empatar
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Sigue a la deriva
Ni porque el partido se le pusiera de cara al Cádiz fue capaz el equipo de Sergio de mantener la firmeza, la solidez atrás y dominar el choque. Ni por esas. Y eso que se encontró con un señor gol de Rubén Alcaraz nada más comenzar el encuentro, por lo que el comienzo de partido era el soñado para la escuadra cadista. Pero nada.
El tanto hizo que el Cádiz se metiera atrás y se limitara a defender y defender sin más. El cuadro cadita sigue siendo débil atrás y en ataque se ha convertido en un equipo perdido, sin rumbo, en el que cada jugador hace la guerra por su cuenta. El equipo es hoy por hoy una sombra de lo que fue en el arranque de temporada, sobre todo por el nivel individual que están ofreciendo la mayoría de los jugadores cadistas. Los síntomas son bastante preocupantes, a pesar de sumar un punto ante un rival directo y fuera de casa.
1. Cambios raros
Sergio volvía a su esquema ideal con el 4-4-2 por bandera pero con novedades importantes e inesperados en el once titular. Momo, Iza y Maxi eran de la partida, lo cual sorprendía bastante, sobre todo lo del central y el delantero. Sergio sigue haciendo cambios en el once, algunos de ellos obligados como David Gil, pero otros que no se terminan de entender.
Con todo y con esas, el Cádiz no salía mal al partido. Más aún cuando en el cuarto de hora se encontraba con un golazo de calidad de Rubén Alcaraz a balón parado. La primera llegada cadista, el primer lanzamiento y para dentro. Mejor imposible para un cuadro cadista ávido de cosas positivas.
2. Ni por ir por delante en el marcador
Sin embargo, los de Sergio se echaron atrás, se metieron casi en su área y comenzaron a defender sin más. El Mallorca lo tenía claro. Balón a las bandas, con Jaume Costa y Maffeo, ayudas de Darder y muchos centros laterales. Así pretendía hacer daño a un débil equipo cadista.
Y por eso llegó el empate al filo del descanso. Un desajuste defensivo inexplicable en el que Momo sale de su zona de confort, Javi Hernández tampoco está donde debe y al final Iza tiene que defender a un rival que le saca dos cabezas y que por supuesto marca a placer. Empate de Abdón, más que merecido ya que el Cádiz no había asomado por el área del Mallorca, más allá de la última jugada en la que Álex lanzaba fuera un balón franco.
3. Horror en la segunda parte
La segunda parte no cambiaba demasiado el panorama, si bien el choque fue más igualado. Más por demérito de los dos, que otra cosa. El Mallorca quería y no podía, el Cádiz no podía ni querer. Los amarillos defendían ante un rival que tenía en Sergi Darder su mejor hombre. Mucho centro lateral y poco más. Los dos equipos demostrando porqué están abajo.
Sergio metía cambios con Ocampo, Guardiola, Zaldua por el lesionado Iza, Sobrino..., ninguno aportaba absolutamente nada. Al Cádiz lo sostenían Alcaraz y Álex y el rigor defensivo de Fali. Nada más. La segunda mitad fue un llamamiento a quitar el partido de la televisión o dejar de escucharlo en la radio. El Cádiz sin ideas, sin sobriedad atrás y sin mejorar en el juego. Los amarillos se llevaban un punto por un golazo de calidad y la inoperancia del Mallorca en ataque. No hay más.
