Desde la platea

Mi vecino el cazador

'Si no fuera del Cádiz, el presidente me parecería alguien entrañable'

Manuel Vizcaíno.

Mauricio Garcia

Por mucho que este viernes el Cádiz no regalase una victoria épica en Mestalla, llevo dándole vueltas a la cabeza toda la semana. Resulta que tengo un vecino al que le gusta la caza. Tiene una gran escopeta porque él dice que va con balas de caza mayor, aunque la mirilla debe estar algo desenfocada porque el pobre cada vez que vuelve de haber salido a cazar lo que trae son unos pajarillos y algún conejo de campo que le han regalado los otros cazadores con los que va. No, no se llama Manolo, pero podría llamarse así perfectamente.

Mi vecino es buena gente. En el Manolo en el que están pensando, seguramente también, no lo conozco personalmente. Pero lo que parece claro es que los dos son malos cazando. De todas formas, tienen una diferencia. Mi vecino sale muy temprano por la mañana y vuelve casi sin dejarse ver. Igual le da reparo hacer el ridículo. El Manolo en el que están pensando es diferente, habla de las escopetas o de piezas top sin tapujos, a pecho descubierto, aunque salida tras salida cace poco.

Si no fuera del Cádiz, el presidente me parecería alguien entrañable. Lo miraría y lo recordaría como cuando recuerdo aquellos tiempos de Lopera y sus cosas que han quedado para la historia, Lendoiro, el doctor Cabeza, Gil y tantos otros presidentes que nos divertían por sus escentricidades y sus manifestaciones.

Lo jodido es que soy del Cádiz. Y entonces ya me gusta menos que el presidente hable con esa grandilocuencia e intentando dar titulares ochenteros. Me gusta la limpieza en el deporte, debe ser uno de sus grandes valores. La claridad y la transparencia deben ser parte de esa limpieza. Me gusta la gente humilde. Creo que es más sano explicar las cosas desde la humildad que perdiéndose en la verborrea futbolera vacía y hueca.

Y me jode tremendamente que apelen a mi cadismo. Eso algo que yo gestiono como quiero, como creo que es lo correcto desde mi punto de vista. En ese punto de vista no está pitarle a los jugadores, ni siquiera al presidente. Soy cadista porque quiero, consciente de que disfrutaré y sufriré y libre para aceptar pagar un abono al precio que me pone el empresario de turno que esté al frente de la empresa.

Por eso, solo pido al empresario de turno, ahora Vizcaíno, que gestione bien , porque si lo hace, él ganará pasta, que para eso está ahí, y yo seré feliz porque a mi equipo le va bien. Mientras tanto, aunque yo no pite, no me diga a quien, ni cuando lo tengo que hacer. Usted gestione la empresa y yo mi cadismo. Ofrezca un buen espectáculo al abonado, que por eso le cobra, y deje su carazón cadista en paz en sus alegrías o tristezas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación