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Robert Navarro, ante la mejor manera de reivindicarse
Cedido por la Real, no existe cláusula del miedo y podrá medirse este jueves a sus excompañeros tras su mejor encuentro de amarillo en Las Palmas
No es propio de equipos grandes poner sobre sus jugadores cedidos la conocida como 'cláusula del miedo' y por la que el cedido de marras no puede jugar el partido ante su exequipo en la temporada en la que ha dejado temporalmente el club con el que tiene contrato en vigor. No es el caso de la Real Sociedad ni de Robert Navarro, que este pasado verano llegaba a préstamo al Cádiz CF para ponerse a las órdenes de Sergio González. De hecho, la promesa catalana llegaba a la entidad cadista justo el mismo día en la que el once amarillo conseguía su última victoria en Liga, es decir, el pasado 1 de septiembre frente al Villarreal, día en el que concluía el mercado de fichajes veraniego.
Las buenas relaciones entre ambos clubes permitieron que el futbolista internacional con la selección española sub'21 llegase al Cádiz CF tras sus más y sus menos con la disciplina del club donostiarra. Concretamente, con el director deportivo Roberto Olabe, con el que mantiene una relación de amor-odio que tiene en vilo a no pocos aficionados txuri-urdin.
Navarro se formó en el Barcelona, pero en edad cadete decidió poner rumbo a Mónaco para seguir explotando su fútbol fuera de España. Una experiencia que le sirvió para crecer y volver a España, esta vez a la cantera de la Real. El club donostiarra pagó alrededor de 6 millones de euros por sus servicios para que jugara en su filial y a los 18 años debutase con el primer equipo.
La llegada al conjunto amarillo estuvo marcado por la incertidumbre dado que en San Sebastián se tenía mucha fe en su trayectoria puesto que muchos lo veían como el sustituto de David Silva dada su excelsa calidad que hasta el momento ha permanecido escondida en Carranza. De hecho, las únicas gotas de oro que ha dejado el catalán las ha desparramado por los campos del Athletic y de Las Palmas.
El mismo Robert Navarro contó en su presentación como cadista a mediados de septiembre que no se veía jugando en Carranza. «Estoy muy contento de estar aquí. Fue todo a última hora, no sabía si iba a venir o no, y al final todo terminó con final feliz. Vengo con muchas ganas, con ganas de trabajar, ayudar al equipo y estoy a disposición del míster», dijo tras convertirse en la guinda de la plantilla 23/24.
«No sabía si la Real me iba a dejar salir. Estoy muy feliz por haber concretado mi cesión a este equipo», insistió el extremo, que no tuvo un verano muy tranquilo tras disputar la pretemporada en Anoeta sin saber muy bien su futuro. De hecho, la Real le puso como condición para salir cedido que firmase antes una renovación de su contrato. Y es que el mediapunta buscaba una salida al sentirse infravalorado por Imanol Alguacil; mientras, su club, lo quería retener hasta 2027, algo que no ha conseguido finalmente puesto que Navarro termina su contrato en 2025 a pesar de tener una propuesta de alargarlo hasta el 27.
A pesar de los tiras y aflojas con su propia directiva, Robert Navarro ha llegado libre de ataduras a su nuevo equipo, un Cádiz que no deberá pagar nada para que su jugador pueda estar presente este próximo jueves ante la Real.
Hasta el momento, Navarro no ha hecho gran cosa como defensor de los intereses cadistas, aunque en su último encuentro dejó algo de esa calidad que se le presupone. De hecho, de sus botas salió el centro del córner que acabó rematado a gol por Chris Ramos para darle un punto esperanzador al once amarillo.
Ante la Real, Robert Navarro cuenta con posibilidades de salir desde el inicio dado que ni Ocampo ni Machis están últimamente aportando lo deseable aunque por motivos distintos. Al joven barcelonés se le ve con ganas después de brillar con luz propia en el estadio Gran Canaria. Y así lo decía: «Hemos llegado a vestuarios con la sensación de que nos ha sabido a poco. Salvo el error de la primera parte, nos hemos repuesto bien. En la segunda mitad, hemos salido con las cosas muy claras. Creo que al final es un punto que suma para seguir dándonos confianza, pero creo que nos hemos podido merecer los tres puntos. Compitiendo así, las cosas van a llegar al final».
