Lo irreal de lo real

No hace falta que lo diga nadie aunque muchos (la gran mayoría) ya lo advirtieron cuando al comienzo de Liga un Cádiz CF sin apenas refuerzos contrastados -más allá de la incógnita Negredo- se presentaba en Primera casi que con lo puesto. La desastrosa planificación veraniega llevada a cabo por Óscar Arias, un director deportivo hipotecado por las opciones de compra forzadas más la extra de Nano Mesa que le metió su presidente, no hacía albergar muchas esperanzas hasta que el balón comenzó a rodar.

Eso sí, ya en la primera jornada ante el Osasuna, con el canterano Sergio González en el once y David Gil en la portería, se anunció algo que se ha presentado tiempo después. Y es que el Cádiz CF de Cervera creció a raíz del triunfo en la segunda jornada ante el Huesca y de las asombrosas, pero irreales por inusuales, victorias ante Real Madrid y Barcelona, sin olvidar el asalto a la Catedral con nueve hombres.

Pero la debilidad de las fuerzas de este Cádiz CF ha terminado dando la cara y a ello le puso voz el propio Álvaro Cervera con motivo de la previa de un nuevo encuentro donde el once amarillo no pudo pasar del empate ante un Valladolid en horas bajas. «El cadista ha visto en dos semanas la realidad del equipo», dijo un técnico para expresar lo que en su foro interno no para de repetir. Este equipo no da para mucho más de lo que ya ha hecho, que es bastante, exagerado, sorprendente y por supuesto, altamente elogiable.

La derrota sin paliativos en Balaídos y las siguientes ante equipos que no hicieron mucho para sumar los tres puntos (Betis y Getafe) ha abonado ese pensamiento del cadista crítico que ve los partidos de su equipo sin una manta en la cabeza. Jugadores como Jairo, Alejo, Iza, Espino, Mauro o hasta el mismísimo Álex están muy lejos de ser, en estos momentos, esos jugadores contrastados que toda una máxima categoría necesita. A pesar de los inusitados esfuerzos de unos y otros, a este Cádiz Cf le faltan quilates de fuerza, poderío y, cómo no, calidad. Y eso cuesta dinero, como los dos millones que se lleva el consejo de administración que forman Vizcaíno, Cobo y Martín José García Marichal.

Sin quitarle un ápice de brillantez a las victorias ante los fundadores de la Liga (Athletic, Real Madrid y FC Barcelona), lo cierto es que sin esos nueve puntos el Cádiz CF estaría muy lejos del sitio donde se está. Es una perogrullada, sobra decirlo, pero que conste esta anotación para entender qué estaría sucediendo si esos hitos históricos no hubieses ocurrido si la normalidad se hubiera impuesto. Claramente, el Cádiz CF está disfrutando merecidamente de esos puntos heroicamente logrados y que contrarrestan a esos que se han ido por el sumidero ante equipos hipotéticamente más fiables para puntuar como pueden ser Getafe, Celta, Osasuna o el Valladolid.

Quedan tres jornadas (Valencia, Alavés y Levante) para la finalización de la primera vuelta. El Cádiz CF está a un punto de los 20, la mitad de esos 40 donde muchos sitúan la permanencia. No hay que ser muy observador para percatarse que esos nueve puntos ante esos rivales históricos no se sumarán con tanta seguridad y que habrá que buscarlos en otros rivales y escenarios.

Sin duda, las dos últimas fechas de esta primera vuelta ante rivales directísimos como Alavés y Levante deberán situar la realidad de un equipo que no se encuentra en su mejor momento o sí, ya que el propio entrenador ha dejado claro que es este Cádiz CF actual el que está más cerca de la versión real que no el que dio la campanada ante Madrid o Barcelona.