Cádiz CF

Dos amigos muy preocupados

Sankaré y Abdullah temen por su carrera deportiva por culpa de unos dolores que no desaparecen

Sankaré y Abdullah, en un entrenamiento del año pasado.

Malos momentos para dos compañeros que llegaron el mismo verano a Cádiz y desde entonces se han hecho inseparables en el vestuario. Se trata de Khalifa Sankaré y Rafidine Abdullah, dos hombres claves en el once de Álvaro Cervera el año pasado y que este año están pasando por momentos preocupantes. Porque sus lesiones no forman parte de lo normal. Ambos temen por su carrera futbolística y luchan por recuperarse aunque por mucho que ellos trabajen no depende exclusivamente de que lo den todo.

Por partes. El que no hace falta decir que se encuentra en peor estado. anímico y personal, es el senegalés. Papa Sankaré acabó la temporada pasada literalemente en brazos de sus compañeros tras romperse definitivamente en el encuentro de vuelta del 'play off' ante el Tenerife en el Rodríguez López, campo del que salió a 'borricate' ante la imposibilidad de seguir caminando. De haber pasado la eliminatoria, el central cadista no podría haber estado en la final a doble partido ante el Getafe.

A la semana de ese partido se le abrió la rodilla para someterse a una limpieza ya que tenía partes de huesos sueltos y que obviamente le estaban causando fuertes dolores que aguantó como pudo hasta el final de la temporada. La recuperación del defensa no está saliendo como se deseaba en un primer instante ya que Sankaré padece una artrosis degenerativa por la que no se descarta pueda obligarle a dejar el fútbol de alta competición. El jugador puede hacer ciertos movimientos, carrera continua, eternas sesiones de gimnasio para ganar masa muscular pero en determinados esfuerzos de alta competición se resiente con dolores difíciles de soportar en el día a día. El cartílago lo tiene muy tocado y aunque se le está tratando con factores de crecimiento su estancamiento actual es evidente. La preocupación del futbolista es total y aunque día a día recibe los ánimos de sus compañeros y cuerpo técnico su moral está muy baja.

A sabiendas de la complejidad de la lesión de Sankaré, la dirección deportiva del Cádiz CF no dudó en firmar un central más de lo que suele ser habitual. Y es que de seguir así el panorama, Sankaré podría dejar la disciplina cadista con la baja médica debajo del brazo.

Más reciente es la oscura lesión de su compañero y amigo Abudllah, que el pasado encuentro ante el Rayo Vallecano dejó el campo tras notar que se le dormían las dos piernas. Asustado, el marsellés se fue al suelo y pidió el cambio. No era la primera vez que le pasaba puesto que en varios entrenamientos se le adormecía una pierna y las alarmas del internacional por Comoras no tardaron en saltar en cuanto el día ante el Rayo sintió sus dos piernas paralizadas.

A Abdullah se le están practicando todo tipo de pruebas médicas en busca de unos síntomas que no se terminan de encontrar para preocupación de todos, aunque de momento todas las pruebas han salido negativas. Resonancias magnéticas en la zona muscular, en la columna para ver si es un problema de postura y no muscular, análisis de sangre, electros de todo tipo en la búsqueda de un padecimiento neurológico. Los servicios médicos del Cádiz CF están en permanente contacto con los médicos de la mutua, que son quienes están dirigiendo todas las pruebas ya que la 'lesión' se sale de lo puramente deportiva,

Esta semana el jugador irá con su selección y terminará de hacerse allí las pruebas que le quedan. Además, los médicos de Comoras también evaluarán al futbolista una vez informados de la situación de un futbolista que desea cuanto antes volver a la normalidad.

En estos momentos, ambos jugadores comparten sesiones de gimnasio para no perder masa muscular de cara a volver a unos campos de juego que echan terriblemente de menos.

  

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