Álex, contundente: «En siete años nunca había vivido un partido así»

Absoluto escándalo deportivo el que protagonizó el Cádiz en Almería. Un sinsentido se mire por donde se mire que hizo sonrojar a la afición y que pone el punto final a una temporada desastrosa de forma bochornosa y, por desgracia, gráfica con respecto a lo que ha sido el curso en la Tacita. Los de Mauricio Pellegrino decidieron no saltar al césped tras la reanudación y convirtieron el Estadio de los Juegos Mediterráneos en un salón de juegos para el conjunto local, que no había ganado ni un solo partido en su feudo en toda la liga y que llegaba a la cita como colista de la competición.

Una vergüenza defensiva, en la que los jugadores no mostraron tensión ni concentración. Seis goles que hicieron terminar a David Gil con dolor de espalda de recoger balones del fondo de la red y que merecen una reflexión profunda en el club amarillo, además ahondar en la herida del descenso de categoría. Días para olvidar en el Cádiz CF, que ahora se marcha a El Salvador y luego está obligado a reorganizar un proyecto que se le ha ido de las manos y necesita volver a ilusionar a un cadismo que ha acabado hasta el mismísimo del curso que, por fortuna, ha llegado a su punto y final en Almería.

Tras el encuentro, el capitán Álex Fernández habló a pie de campo para los micrófonos de Movistar y habló sin tapujos. «Es una derrota para pensar en muchas cosas. De vergüenza. No lo entiendo. Una cosa es perder, pero que nos metan seis goles es imperdonable«, manifestaba de forma contundente visiblemente enfadado y molesto.

Y es que el centrocampista es uno de los jugadores que más temporadas acumula en el conjunto amarillo. Por lo tanto, es testigo de como el final de un ciclo glorioso ha llegado a su fin de forma irreconocible. «En siete años nunca había vivido un partido así. Siempre habíamos sido un equipo ordenado y fuerte, pero lo de hoy es para reflexionar y mucho. Que te metan seis goles en una parte es imperdonable«, zanjaba el centrocampista nacido en Alcalá de Henares.

La última semana en el club no ha sido fácil a ningún nivel. El descenso consumado tras el empate ante la UD Las Palmas fue un varapalo que aún perdura en la mente y en las piernas de los futbolistas, pero son profesionales y deben dar la cara esté o no esté un objetivo en juego. «Entiendo el estado de animo y lo duro que es un descenso. Pero seguimos representando a un club y a una ciudad. Esto es solo culpa nuestra y no representa los valores del club«.

Sin duda, unas duras declaraciones, pero necesarias para reflejar el sentir de un cadismo que ha apagado la tele cuando aún no habían transcurrido ni quince minutos de la segunda mitad. Ahora es momento de reflexionar y realizar muchos cambios en un equipo que, de momento, dice adiós (o hasta nunca) a nueve cedidos y que debe volver a estructurarse desde una base sólida y una filosofía de fútbol clara si quiere regresar más pronto que tarde a la máxima categoría del fútbol español. De momento, la goleada recibida en Almería ha demostrado que este Cádiz, actualmente, no es merecedor de codearse con los mejores equipos del panorama nacional.