Bárcenas y Cospedal vuelven a verse las caras en el juzgado

Dolores de Cospedal y Luis Bárcenas volverán a verse las caras en un tribunal. Será el 27 de junio en el juzgado número dos de Toledo, donde se sustanciará la segunda demanda presentada por la secretaria general del PP contra el extesorero por presunta vulneración de su derecho al honor. El abogado de la número dos de los populares intentó evitar la comparecencia tanto de su cliente como del exjefe de finanzas del partido, pero la titular del juzgado aceptó las peticiones de la defensa de Bárcenas, a las que se adhirió el fiscal, para que declararan demandante y demandado.

Si la primera experiencia del pasado 18 de octubre pasado fue un mal trago, la segunda no parece que vaya a ser mejor. En la vista que se celebrará el 27 de junio se abordará la demanda de la secretaria general del PP contra Bárcenas por haber dicho que en 2008 entregó para la campaña autonómica de Cospedal 200.000 euros de una comisión pagada por Sufi, una filial de Sacyr, por una adjudicación de recogida de basuras en la capital castellano-manchega. La dirigente popular negó esa entrega de dinero y reclamó 100.000 euros al extesorero por vulneración de su derecho al honor.

En el juicio declararán la número dos del PP, Bárcenas y el exdirector de 'El Mundo', Pedro J. Ramírez, en calidad de testigo porque las declaraciones se publicaron en su diario bajo el título 'Cuatro horas con Bárcenas', y recogían una conversación suya con el extesorero. El abogado de Cospedal intentó que solo declarara el periodista porque es el que «oye y publica» la información y con su testimonio bastaría para esclarecer la verdad. Pero el letrado del exjefe de las finanzas del PP durante más de una década se negó, la Fiscalía le secundó y la juez resolvió que interrogará a los tres.

La negativa del abogado Adolfo Prego tiene mucho que ver con la primera demanda, que Cospedal perdió por falta de pruebas y en la que también pedía 100.000 euros, y que levantó ampollas en el PP porque volvió a colocar a Rajoy en el centro del debate de los sobresueldos y la financiación irregular del partido. En aquella ocasión, la secretaria general en solitario emprendió acciones legales contra el extesorero por la filtración de los 'papeles de Bárcenas' en los que aparecía como una de las beneficiarias de los sobresueldos. Los demás dirigentes del PP y supuestos perceptores no tomaron medidas legales más allá de demandar por falsedad al periódico 'El País', el que publicó la doble contabilidad en negro, aunque luego las retiraron.

«Es mi mano»

En aquella ocasión, Bárcenas declaró por videoconferencia desde la cárcel de Soto del Real, fórmula que también se empleará en esta oportunidad, y denunció que pagó sobresueldos a Cospedal en 2008 de 7.000 y 7.500 euros, y en 2009, una vez que se destapó el 'caso Gürtel', de 25.000 euros a la secretaria general y otros tantos a Mariano Rajoy. «Es mi mano la que entrega los sobres a la señora Cospedal en efectivo y en billetes de a 500», dijo en otra de sus frases que quedarán para la posteridad. Explicó que era «tradición» en el PP pagar los sobresueldos «en B, sin retención (fiscal)» a los secretarios generales. Cospedal lo negó todo en su caso y dijo desconocer lo que hicieron sus antecesores aunque puntualizó que Francisco Álvarez-Cascos, Javier Arenas y Ángel Acebes, se lo negaron.

Las acusaciones de Bárcenas y las respuestas de la secretaria general causaron un hondo malestar en el PP porque permitieron reavivar la hoguera de la presunta financiación irregular y los supuestos sobresueldos en un momento en que el asunto ya no estaba en primera línea del debate político y había perdido enteros informativos, además de situar de nuevo en el disparadero a Rajoy. Los populares temen que ahora ocurra lo mismo, con el agravante de que los pagos en negro y la financiación irregular están mucho más amortizados y volverán a resucitar.

Cospedal ha podido retirar la demanda contra Bárcenas porque se planteó por la vía civil, pero hasta ahora no ha dado ese paso aunque podría hacerlo antes del 27 de junio y se ahorraría el trago del nuevo careo con el extesorero. En el PP temen que el exjefe de finanzas vuelva a plantear en el juzgado nuevas acusaciones que pongan una vez más en entredicho a Rajoy y a otros altos cargos del partido.