Economia

De Guindos no descarta revisar con la UE los objetivos de déficit público

El ministro de Economía niega presiones para pedir el rescate, pero Monti dice que la petición podría calmar a los mercados

MADRID. Actualizado: Guardar
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El ministro de Economía, Luis de Guindos, no descarta que se pueda revisar el objetivo de déficit exigido a España por la Comisión Europea. Un día después de que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, recomendara dar «más tiempo» a países como España, Portugal o Grecia para realizar el ajuste y la consolidación presupuestaria, el ministro español apuntó en esa dirección. «Que la Comisión revise un poco el calendario de reducción del déficit es algo que ya forma parte del planteamiento general», dijo De Guindos. Francia también apoya el llamamiento del FMI para dar a los países más tiempo para mejorar sus finanzas, aseguró el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici. Por el contrario, Alemania insiste en el ajuste; su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, hizo un llamamiento a perseverar en la austeridad y en los duros recortes.

Desde Bruselas se mantuvo ayer una posición que no anticipa nada, pero no lo excluye. El portavoz de Asuntos Económicos, Simon O'Connor, señaló que ese era un debate «altamente especulativo». Aunque, a continuación, O'Connor recordó que el Pacto de Estabilidad «tiene capacidad de adaptación a la evolución de las circunstancias económicas». En Bruselas suelen matizar que el objetivo de déficit no es sagrado, sino que lo que de verdad se valora es el esfuerzo para lograr la estabilidad presupuestaria. Fuentes de la CE recuerdan que ya se ha demostrado comprensión anteriormente.

Efectivamente, no sería la primera vez que la Comisión relaja las exigencias de reducción del déficit. En julio de este año se acordó conceder a España -también a Portugal- un año más para lograr el objetivo del 3%, que ahora deberá alcanzarse en 2014 dejándolo en el 2,8% del PIB. Además, amplió para España el objetivo de este año en un punto más con lo que habrá de cerrar en el 6,3%. Bruselas justificó la flexibilización porque ambos países habían realizado un esfuerzo de ajuste estructural «suficiente» y la recesión hacía que los objetivos de corrección del déficit «ya no fueran apropiados». En esa misma línea, la Comisión Europea no tendrá en cuenta los 1,1 puntos porcentuales más de déficit que van a sumar las ayudas a la banca -la previsión es acabar en 7,4% del PIB en 2012-, según explicó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado. A juicio de la Comisión, el déficit estructural es el mejor indicador de la corrección de los desequilibrios en las cuentas públicas. Luis de Guindos, que está asistiendo a la asamblea del FMI y del Banco Mundial en Tokio, precisó que «a principios de noviembre veremos lo que son las nuevas proyecciones de la Comisión Europea, tanto de crecimiento como de déficit público, y a partir de ahí se verá».

Sus declaraciones se vieron interrumpidas por un leve temblor sísmico, habitual en la capital nipona, que fue aprovechado por el ministro para insistir en su defensa de España. «Tranquilos», dijo a los periodistas, «este es un edificio sólido, al igual que la economía española». Ayer no hubo terremotos en los mercados, pero se acentuó la caída en la Bolsa: el Ibex bajó un 1,06%. Sin embargo, la prima de riesgo mejoró situándose en 418 puntos frente a los 426 del jueves, y la rentabilidad del bono quedó en el 5,65%.

Sin presión para el rescate

Respecto a la posibilidad de que España pida el rescate a través del programa de compra de bonos del BCE, De Guindos aseguró que no ha recibido «la más mínima presión» ni en un sentido ni en otro, y que el Gobierno «elegirá el momento que considere más adecuado para tomar una dirección u otra». Sin embargo, el primer ministro italiano, Mario Monti, aprovechó para recalcar que la solicitud de España de ayuda del BCE podría calmar a los mercados financieros. Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn, consideró que la fórmula que mejor podría ajustarse sería la concesión de una línea de crédito preventiva del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) con capacidad de adquirir deuda soberana en el mercado primario. Se vería apoyada con las compras de bonos del BCE, explicó Rehn.

De hecho, el BCE podría activar su programa de compra de bonos para ayudar a España en cuanto se firmara el acuerdo con el fondo de rescate sin esperar a que el dinero del MEDE fuera desembolsado, aseguró el miembro del Comité ejecutivo del BCE, Benoit Coeure.