El príncipe Eduardo y su esposa en el momento de abandonar Gibraltar. :: JON NAZCA / REUTERS
ESPAÑA

El Rey viajará a Algeciras en respuesta a la visita del hijo de Isabel II a Gibraltar

Don Juan Carlos visitará a los guardias civiles que velan por la seguridad de los pescadores españoles en aguas de la bahía

MADRID. Actualizado: Guardar
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La visita de tres días realizada por el príncipe Eduardo y su esposa, Sophie Rhys-Jones, a Gibraltar tendrá respuesta por parte de las autoridades españolas, y será al más alto nivel. El Rey viajará el miércoles hasta la bahía de Algeciras para visitar a los efectivos de la Guardia Civil encargados de luchar en esas aguas contra el narcotráfico, el contrabando y la inmigración ilegal. A estas tareas se suma desde hace casi dos meses la de proteger a los pesqueros españoles frente al acoso que vienen sufriendo por parte de patrulleras gibraltareñas.

Don Juan Carlos tiene previsto inspeccionar la Comandancia de la Guardia Civil, el Centro de Coordinación Marítima del Estrecho y la joya de la corona del instituto armado para la vigilancia marítima, el buque 'Río Segura', con capacidad para 39 tripulantes y una autonomía de más de 60 días. El conflicto pesquero en las aguas de la bahía, que tanto Gibraltar como España reclaman como suyas, ha recrudecido la tensión entre las fuerzas de seguridad del peñón y las españolas, lo que ha derivado, hasta ahora, en enfrentamientos verbales e incluso en la colisión leve de lanchas. Las relaciones entre estos cuerpos nunca han sido fáciles aunque ahora parecen más deterioradas que nunca.

Tanto el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, como el de Exteriores, José Manuel García-Margallo, han advertido en varias ocasiones de que el Gobierno hará todo lo necesario para proteger a los pescadores españoles. El viaje del Monarca viene ahora a reconocer la labor de los guardias civiles que se encargan de su seguridad. Aun así, desde la Casa Real se quiso desvincular la visita del Rey a la zona con la protagonizada por el príncipe Eduardo, y se aseguró que estaba prevista desde el pasado mes de abril.

Mientras tanto, a primera hora de la tarde de ayer finalizó la estancia en el Peñón del hijo pequeño de Isabel II. Antes de partir hacia Londres, el conde de Wessex inauguró la nueva terminal del aeropuerto, que se levanta en una zona que España denuncia haberse ocupado ilegalmente y estar fuera de los límites de la colonia. Este acto causa especial malestar entre las autoridades españolas y viene a sumarse al ya creado el martes con la proyección de una imagen gigante de la reina Isabel II sobre la cara del Peñón.

Durante estos tres días de visita, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, no ha escatimado en gestos y palabras para reafirmar la identidad británica del enclave. Más comedido ha sido el príncipe Eduardo, consciente de que un desliz suyo podría haber enturbiado aún más las relaciones entre Madrid y Londres a cuenta de la soberanía del Peñón.

Defensa de la Royal Navy

Desde Londres, el secretario de Estado de Defensa británico, Nick Harvey, advirtió ayer de que la Royal Navy «detendrá y desafiará» todas las «incursiones» de buques que «amenacen la integridad de las aguas territoriales» de Gibraltar. Harvey quiso dejar claro que «cada incursión de buques de Estado españoles», en referencia a las patrulleras de la Guardia Civil, «ha sido respondida con la emisión de las oportunas advertencias».

El secretario de Estado de Defensa británico aseguró que su departamento continúa «absolutamente comprometido» para «garantizar» la «defensa» y la «seguridad» de Gibraltar, sus habitantes y «las aguas territoriales británicas» del Peñón.

Harvey concretó que «los buques de la Guardia Civil» han entrado en «aguas territoriales» gibraltareñas entre el 21 y el 28 de mayo en 38 ocasiones, de las cuales la mayoría correspondían a «travesías amistosas», mientras que nueve de esas incursiones provocaron la emisión de las «correspondientes advertencias» y quejas vía diplomática.