Pedro Pérez se presenta como «un cofrade más» ante los hermanos mayores

Pedro Pérez ya es el nuevo presidente de la Unión de Hermandades. A todos los efectos, las cofradías estarán dirigidas desde ya por este cofrade que recalcó, en su discurso de toma de posesión, que «dos generaciones se dan la mano en este acto. Una que se ha desvivido por las cofradías y que ha trabajado sin descanso por ellas, y otra que quiere dar un impulso a lo que hasta ahora se estaba haciendo y gestionar de manera diferente las hermandades».

De hecho, el abogado que ya es presidente, fue fiel a su estilo y a su personalidad, y pidió un aplauso sincero para la gestión de Manuel Muñoz Natera y su equipo, que suponía la despedida de algunos consejeros tras varias legislaturas en la sede de la calle Curtidores. Un gesto que el público que abarrotó la Basílica de la Merced agradeció, premiando la labor de los cofrades que durante los últimos años han dirigido las cofradías.

La toma de posesión

En una cuidada eucaristía, los gestos más esperados llegaron prácticamente al final de la misma. Pedro Pérez atravesó todo el presbiterio de la Basílica para abrazar a Muñoz Natera en el gesto de la paz, un abrazo que devolvió de manera emocionada el presidente saliente. Los discursos fueron radicalmente distintos, como distintos son los perfiles de los dos presidentes, entrante y saliente.

Mientras que Muñoz Natera optó por un discurso elegante y formal, en el que agradeció el apoyo de los cofrades, pidió disculpas por sus posibles errores y deseó la mejor de las suertes al nuevo presidente, Pedro Pérez habló a los hermanos mayores desde su experiencia como cofrade, y solicitó la unidad de todos mediante la lectura de una cita bíblica que dejó bien claras las prioridades del nuevo consejo. Un nuevo equipo directivo que asistió con sorpresa a la decisión del obispo de posponer la designación del asistente eclesiástico, cuando todo indicaba que sería el padre Felipe Ortuno quien ocuparía este puesto que es designación del prelado.