PAN Y CIRCO

LLUEVE SOBRE MOJADO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Como siempre hay que hacer en la vida, habrá que seguir luchando hasta el último minuto.

Iker Casillas se peleaba con Fabián Vargas y éramos muchos los madridistas que desde casa nos quedábamos en el sofá con cara de no creer lo que estábamos viendo. Un empate ante el colista Almería que alejaba al Real Madrid de manera casi definitiva de la lucha por la Liga ante el gigante y exquisito FC Barcelona. Otro empate ante un rival teóricamente inferior, ya que el primer desliz fue ante el Levante. Llovía sobre mojado, estábamos hartos de estar hartos, sentíamos una impotencia grande, pero qué se le iba a hacer.

La Liga quizás tenga dueño en marzo, hay que quitarse el sombrero ante el FC Barcelona y admitir que lo están bordando.

Hablar de ayudas de árbitros es lo que nos queda, y es cierto que no están del lado del Real Madrid, lo reconocen hasta sus rivales, aunque no deja de ser una pataleta. Ahora escucharemos más tópicos que nunca, porque los futbolistas son los personajes más pasionales dentro de un terreno de juego pero lo más insulso en una rueda de prensa. «Nunca se sabe, queda mucha Liga». «Hoy en día cualquier rival te lo puede poner difícil», «quedan muchos partidos», bla, bla y bla. Cuatro puntos de distancia que con el gol average son cinco. Premio.

El que escribe estas líneas estaba convencido la temporada pasada de que la remontada que estaba haciendo el Real Madrid culminaría con la victoria sobre un FC Barcelona al que estábamos tocando con la punta de los dedos. Dependíamos de nosotros mismos. Pero no, un 0-2 y la misma cara que se nos quedó hace unas horas viendo a los jugadores irse al túnel de vestuario. El deporte en estos tiempos es un analgésico para aliviar el dolor de la realidad que vive España, pero el Real Madrid es un medicamento caducado que ojalá nos calle la boca a los pesimistas como yo.