La alcaldesa, durante el acto simbólico de inicio de las obras de la tribuna, el pasado 16 de marzo. :: M. G.
CÁDIZ

El Cádiz admite «el tiempo perdido»

El club asegura que ninguna de las partes en litigio «está más interesada» en que se recupere la normalidad en los trabajos del Carranza

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El máximo responsable del proyecto más costoso de la ciudad lanzó el mensaje el sábado. La obra de remodelación del Carranza, la tribuna que culmina toda la iniciativa, está en punto muerto. Ni tiene fecha de terminación, ni es posible calcular el precio definitivo con unas demoras aún por fijar.

El motivo es la tienda de recuerdos del equipo, situada en la grada a derribar. El Cádiz Club de Fútbol y el empresario que la explota no llegan a un acuerdo para el desalojo. Su disputa está en los tribunales. Hasta que el juzgado no decida, nada que hacer. Todo parado.

El Ayuntamiento lanzó el aviso en un aparente intento de ser el primero en advertir de la gravedad de la situación, aunque ese gesto se solapa con su condición de propietario del recinto, promotor de la obra y máximo garante de su completo desarrollo. El Cádiz Club de Fútbol, a través de su vicepresidente y portavoz Javier Moyano, evitó ayer entrar en cualquier tipo de controversia. Según el club, la situación es la misma que hace semanas y la postura del equipo no ha variado.

Moyano admite que las obras se han encontrado con un obstáculo y asume «el tiempo perdido» con el conflicto. Aún así, asegura que el Cádiz hace «todo lo posible por resolverlo. Nadie está más interesado que el club en solventar el litigio cuanto antes». A pesar de esa voluntad, confiesa que hablar de plazos y soluciones definitivas es complejo, por cuanto está en manos de la justicia ordinaria que ha pasado ya a controlar los tiempos de resolución y decisión.

El vicepresidente cadista evita analizar el tono alarmante utilizado por el Ayuntamiento para dar a conocer el considerable e inevitable retraso de las obras. Acata la situación y no quiere «entrar en declaraciones cruzadas que nada aportan a una situación que no ha cambiado desde que nos pronunciamos formalmente, hace unas semanas».

La oposición aprovecha

El primer grupo de la oposición municipal, el socialista, terció ayer en la polémica para denuncia imprevisión e ineficacia en el control de una obra municipal, realizada en un inmueble de su propiedad y con dinero del Ayuntamiento.

La concejala Natalia Álvarez afirma que el parón y los retrasos en la demolición de la tribuna del estadio Ramón de Carranza, es «uno más» de los errores de gestión del Gobierno municipal, y recuerda que hay muchos precedentes: «Es lo mismo una y otra vez. Igual que el pabellón Portillo. Se anunció el derribo a bombo y platillo, con foto del inicio de los trabajos, valla publicitaria anunciado la construcción como algo inminente y, al final, paralización total y absoluta». Respecto al litigio que ha frenado las obras del Carranza, el PSOE recuerda que «no se debe a algo que haya surgido de repente. Responde a una situación que existía mucho antes del comienzo de las obras, como es la existencia de un local comercial».

El retraso ya inevitable y denunciado por el propio Ayuntamiento «demuestra una vez mas la ineficacia absoluta, especialmente del concejal de urbanismo, Ignacio Romaní, que desde luego no puede eludir su responsabilidad en este asunto y trasladar la culpa en exclusividad al dueño del local comercial. Cualquier ciudadano tiene derecho a defender sus intereses y sus derechos» añade Natalia Álvarez.

El PSOE señala la responsabilidad del equipo de Gobierno «de mediar entre ambas partes y procurar la flexibilidad en las negociaciones a fin de conseguir el objetivo principal, que no es la foto del Alcaldesa pulsando el botón del derribo, sino la construcción de la tribuna del estadio Ramón de Carranza».

Como añadido, Álvarez recuerda el compromiso municipal de crear 180 puestos de trabajo para desempleados gaditanos en esta obra y de los que, asegura, «aún no se sabe nada de nada».