Rocío, el día que salió su padre de prisión junto a un amigo. :: CRISTÓBAL
'operación toscana'

El club de la familia Galán en Conil estaba abierto sin licencia

Habían recurrido a una vieja autorización que se había concedido a los anteriores dueños del local; algo que se investiga por si existiera delito

JEREZ. Actualizado: Guardar
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No es sólo tema tabú la prostitución sino también toda la actividad que gira en torno a este negocio y, sobre todo, las lagunas administrativas que sirven para que sobrevivan los clubes de alterne. Sirva de ejemplo lo reacios que se muestran los ayuntamientos cuando se les preguntan por los prostíbulos que funcionan en sus términos municipales. La 'operación Toscana' se desinfló en los juzgados, aunque desde la investigación advierten que pueden producirse nuevos giros inesperados con la imputación de nuevos delitos. Pero el operativo de la Guardia Civil ha servido para conocer en qué situación se encuentran no sólo los seis prostíbulos regentados por la familia Galán en la provincia de Cádiz y Estepona (Málaga), sino otros locales de larga tradición como el Don Tico de Jerez. Y esas pesquisas han descubierto que uno de los clubes investigados carecía de licencia en regla, pese a llevar años abierto al público. Se trata del Garum, en el término municipal de Conil.

Este establecimiento ha estado operando con una antigua autorización que le habían otorgado a los dueños primeros de un local, que nació hace décadas como hotelito de carretera. Como las propias ordenanzas municipales del Ayuntamiento conileño indican, todo establecimiento que sufra una transformación debe someterse a la tasa que conlleva el permiso de apertura; requisito imprescindible cuando se modifica la actividad del local. La misma normativa indica que es de aplicación incluso cuando los dueños del negocio son los mismos.

Respuesta al oficio

El Ayuntamiento de Conil ha respondido al oficio enviado por la jueza instructora del 'caso Toscana', en el que se les solicitaba información sobre el estado de las licencias y advirtiéndoles de que los hoteles de la cadena Galantería son una simple tapadera para ocultar su verdadero negocio: la prostitución, actividad sin regular y, por tanto, fuera de los comercios sujetos a autorización municipal.

Desde el Consistorio conileño se ha informado que ellos no han otorgado ninguna licencia a los Galán, algo que ya adelantó este medio cuando testó la primera reacción de los Gobiernos locales al oficio de la jueza. Los dueños del Garum reconocieron que funcionaba con una vieja autorización de hace más de 20 años que se conceden a los hoteles de carretera. Ahora, la Guardia Civil investiga si existe delito por parte de los imputados al mantener una licencia irregular.

Hay que recordar que en estos momentos, los Galán tienen recurrida la resolución administrativa de la Delegación provincial de Turismo mediante la cual cuatro de sus hoteles han sido retirados del registro oficial de establecimientos hoteleros. Esa medida, acordada el verano pasado, significa que los negocios de la familia no son reconocidos como tales por la Junta y, por tanto, no pueden obtener una licencia municipal para esos fines.

Rastreando los decretos y edictos que el Ayuntamiento conileño ha promovido en los últimos años, este periódico se ha topado con una resolución del 4 de febrero de 2008 por la cual se iniciaba expediente sancionador contra el Garum por infracción grave a la Ley de Ordenación urbanística de Andalucía, en cuanto a la carencia de licencia municipal.