INTOXICACIÓN EN CARNAVAL

La tortilla queda desterrada de todas las cartas

Los establecimientos cercanos al restaurante Grimaldi sufren las consecuencias de la alarma por el contagio de salmonelosis

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La tortilla ha desaparecido por completo de las cartas de los restaurantes cercanos al Mercado Central de Cádiz y casi de la mitad de los establecimientos del casco histórico. El brote de salmonelosis que ha afectado a 112 personas ha generado tal alarma que ninguno se la juega. No por el riesgo a que se repita, que es mínimo si se siguen las recomendaciones, sino por el temor de los clientes cuando ven un plato cocinado con huevo sobre la barra. Los que lucen la oferta en una pizarra han borrado el pincho y el bocadillo y los que lo tienen en un cartel impreso, le han pegado directamente las recomendaciones encima.

«No ofrecemos nada con huevo mientras esto continúe», dice de manera tajante Antonio Rodríguez, propietario de la Taberna La Antiqua, quizá uno de los locales más afectados por el contagio masivo.

Explica que desde el lunes de coros la facturación ha sido un desastre. «Hemos podido hacer un 10% de lo que esperábamos y esto me deja colgado, porque ya había hecho una inversión en productos y en el refuerzo de la plantilla para estos días», se lamenta. El fin de semana de Carnaval está pintando mejor, pero el daño ya está hecho. Cuenta que «éste es uno de los mejores momentos del año y se nos ha ido al garete».

Extremar precauciones

Sobre el contagio, destaca que «hay que extremar las precauciones para evitar precisamente esto». En su caso, dice haber llegado a congelar la tortilla para no correr riesgos, pero desde el pasado domingo ya ni siquiera la sirve. Sin embargo, su cercanía con el restaurante Grimaldi le ha puesto bajo el foco de atención y le ha costado caro. Menos parecen haberse resentido los establecimientos de la otra acera. El Merodio mantiene el tipo, aunque «estos días han sido más flojos», asegura su encargado, Ángel Loaiza, que lo atribuye a la alarma. En su caso no ha sido necesario cambiar la carta, pues la tortilla no es un plato habitual, pero desde que se conoció la noticia, ni siquiera se plantea incluirla. Ahora dice trabajar «más incómodo», porque sabe que los clientes continúan alarmados. En todo caso, pide apoyo a las instituciones y que no se entorpezca el día a día una vez que se ha detectado que el brote es sólo de un establecimiento.

Igualmente se han visto salpicados los negocios del interior del mercado. Las primeras sospechas se dirigieron hacia ellos cuando se dio la voz de alarma, pues en un principio no se localizó el restaurante ni la ubicación exacta y muchos recordaron en ese momento la intoxicación que afectó a 18 personas hace dos años. Sin embargo, pronto se despejaron las dudas, aunque eso no ha servido para remontar la afluencia de clientes. Señala Rafael Núñez, propietario de El Carbón, que «ha venido menos gente de lo que esperábamos». Indica que la facturación ha sido parecida a la de una semana normal y lo atribuye a la alarma.

Muchos se han acercado también hasta el puesto de María José y Yolanda, La Sartén, que está especializado en tortillas. Ambas han visto caer la demanda estrepitosamente durante estos días y el viernes lamentaban ante los micrófonos de Radio Cádiz el efecto que ha tenido. Esperan que una vez terminado el Carnaval las cosas vuelvan a su lugar.

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