Coronavirus
El recorrido de la manifestación del 8M en Cádiz, una semana después
La avenida y las plazas pasan de concentrar una movilización de 8.000 personas a estar desierta y custodiada por agentes
Un vehículo de la Policía Local patrulla por la plaza de Asdrúbal a mediodía. Como lleva haciendo toda la mañana, utiliza el megáfono y recuerda a los pocos viandantes que están en las inmediaciones la realidad en la que se encuentra Cádiz: «Estamos en estado de alarma» . Apenas hay cuatro personas sentadas en los bancos y el parque está precintado. La zona se desaloja rápido.
La escena era implanteable sólo siete días antes, cuando la antigua plaza de toros era el punto de salida de la manifestación del Día de la Mujer . Allí declararon ante los periodistas personalidades destacadas como el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, o la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez.
Siete días más tarde Cádiz está en estado de alerta, con movimientos limitados salvo causa mayor . Nadie podría haberlo imaginado el pasado domingo, cuando el 8 de marzo volvió a ser multitudinario, con unas 8.000 mujeres y hombres por las calles de Cádiz .
La cercanía de los manifestantes hoy pondría en riesgo de contagio a los asistentes. El pasado domingo la provincia de Cádiz sólo contabilizaba dos casos confirmados de coronavirus, aunque a raíz de la expansión del COVID-19 apenas unos días más tarde se recomendó mantener un metro de distancia para evitar el contagio. Siete días después, el confinamiento es obligado salvo causa mayor.
Realizar el recorrido, de algo más de dos kilómetros, es avanzar por un Cádiz que nadie recuerda tan vacío. La avenida , repleta apenas una semana antes, en la mañana del domingo estaba desierta.
Por no haber no había ni colas en algún supermercado que el sábado estaba a rebosar ante la inminente aprobación del decreto. Ni un alma tampoco para sacar dinero en el BBVA, la Caixa, Unicaja o Santander, todos ellos con presencia en la avenida. El bullicio del 8M dio paso al silencio pese a que en esta ocasión los coches sí podían circular. Eran muy pocos los que lo hacían. Los autobuses, semivacíos.
La manifestación superó las Puertas de Tierra hacia San Juan de Dios. En el tiempo de bajar la cuesta de las Calesas apenas hay tres motocicletas en circulación, todas ellas de reparto a domicilio . Y en la plaza del Ayuntamiento, más allá de cuatro turistas desconcertados, sólo un grupo de tres hombres obviaba el confinamiento junto a una barraca.
El 8M gaditano acabó en la plaza de la Catedral, donde las plataformas organizadoras leyeron un manifiesto ante miles de personas. Siete días más tarde no había ni una terraza abierta y, en un balance esclarecedor, sobre el suelo se contaban más palomas que personas.
Noticias relacionadas
