CRISIS DEL CORONAVIRUS | REPORTAJE

El coronavirus en Cádiz: de la broma al estado de alarma

En apenas siete días el Covid-19 ha transformado por completo el escenario de la provincia con cierres, suspensiones y una alerta sanitaria jamás conocida

La histeria en los supermercados, los niños sin clases o las calles vacías, imágenes nunca vistas antes

Imagen de un supermercado de El Puerto el pasado jueves.

María Almagro

Lo copa todo porque ha llegado a copar nuestra vida, cada uno de los movimientos de nuestra actividad cotidiana, absolutamente todo. Porque es una realidad. El brote del Covid-19 ha sido denominado por la Organización Mundial de la Salud como pandemia. En tan solo unos días el escenario ha cambiado por completo. En una semana. En todo el mundo. El número de afectados no ha dejado de crecer , también el de fallecidos, y eso ha provocado que lo que comenzó siendo apenas una mención en las noticias, algo que estaba pasando en China, sea ya núcleo y epicentro del presente y futuro de todos los ciudadanos.

El cuadro ya es bien distinto. De hacer bromas sobre los contagios a un serio temor colectivo, a las estanterías de los supermercados vacías. Donde tú compras. De pensar que es algo que toca lejos, a ver como la Guardia Civil toma pueblos para que los infectados cumplan la cuarentena. De mirar hacia Europa y ver como Italia, un país 'como el nuestro', se cierra, se para. De pensar en tu próximo viaje, fiesta, fin de semana, a que todo se aplace, suspenda, cancele. A que no haya fútbol ni conciertos ni cualquier evento que suponga un problema. Que la bolsa caiga a máximos históricos. Que los sanitarios estén alertando del colapso en algunas comunidades como Madrid. O que los colegios cierren temporalmente, una circunstancia completamente inédita en los tiempos actuales.

Desde el Gobierno se pide calma y se insiste en que estas medidas son preventivas y tienen como único objetivo contener el virus para que la vida vuelva a ser normal. Como hace una semana. Además, ruega que se contribuya, que nos quedemos en casa. Todo ha cambiado.

Y llegó a Cádiz

Y Cádiz, el sur del sur, no se ha quedado al margen. En absoluto. Las medidas de alerta y contención también se han tomado aquí. El índice de penetración del virus en la provincia es muy leve. Hasta la fecha se cuentan veintinueve casos por coronavirus de los más de 5.000 que hay en España y no ha habido ningún fallecido.

Sin embargo, también en una semana, en cierto compás con el resto de España, los casos han ido en aumento. El primero de ellos se conocía hace justo ocho días. Un suboficial de la base de Rota de 55 años había sido contagiado. Su familia había viajado a Milán y tras advertir los síntomas se puso en marcha el protocolo. Ingreso y aislamiento. La Armada ordenó la cuarentena a todos los militares que podían haber estado en contacto con él. La situación empezaba a cambiar. Al día siguiente se confirmaba el segundo caso. Una mujer de 44 años. En el colegio e instituto de sus dos hijos de El Puerto se tomaban medidas de desinfección.

El lunes pasado, coincidiendo con primer punto de inflexión crítico en toda España, se confirmaba un tercer contagio en Cádiz . Una mujer ingresaba en la UCI en Jerez. En el territorio nacional se pasaba de 580 casos a 1.204, en Andalucía, de 35 a 54 (con especial incidencia en Málaga). En apenas 24 horas, los positivos se duplicaban y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecía por primera vez para anunciar el primer paquete de medidas. Madrid, La Rioja y Vitoria se denominaban ya principales zonas de transmisión. En Italia la situación era crítica por momentos y el país comenzaba a paralizar toda su actividad.

Calma tensa

El martes se mantuvo en Cádiz una cierta calma tensa a la espera de acontecimientos. En Andalucía los casos de contagios subían a 71, según datos oficiales –ninguno de ellos en la provincia– pero el escenario nacional hacía temer que la suma seguiría adelante. Salud anunciaba que se restringían las visitas a los enfermos ingresados en hospitales de la provincia. Además espectáculos programados empezaban a cancelarse , como el caso de las agrupaciones de Carnaval que tenían previsto actuar en Madrid. Y ya por la tarde, se anunciaba que el Cádiz jugaría su próximo partido a puerta cerrada, primer paso a su definitiva cancelación posteriormente.

El miércoles los datos no auguraban tampoco mejores noticias. En Cádiz se confirmaban tres nuevo infectados (seis ya en total). El triple. En Andalucía se repuntaba a los 102 casos, en España, 2.002. Según detallaba la Junta en su comunicado diario, los afectados gaditanos eran una mujer de 63 años y dos hombres, de 71 y 51 años. La identidad de este último trascendía al tratarse de uno de los dos diputados nacionales de Vox por Cádiz, Carlos Zambrano. Natural de San Fernando, el político era el segundo caso confirmado en la formación tras el positivo de Ortega Smith.

El isleño no estuvo presente en el mitin de Vistalegre del anterior fin de semana -ya tenía síntomas-, como sí ocurrió con su compañero madrileño. Zambrano, también concejal en el Ayuntamiento de San Fernando, había estado días anteriores presente en el pleno, así como en reuniones con otras formaciones políticas. El Consistorio isleño decidió entonces suspender las convocatorias programadas y preguntaba con preocupación el protocolo que tenían que seguir.

Él viceconsejero sanluqueño Juan Marín comunicaba que se mantenía en «nivel 1 de contención» en la comunidad con otros trece nuevos casos. Y las medidas seguían sucediéndose . El fútbol base gaditano y de categorías inferiores decidía paralizar sus competiciones durante los próximo quince días. Por su parte, el SAS prohibía a los trabajadores del hospital Puerta del Mar de Cádiz salir con el uniforme a la calle, algo que en numerosas ocasiones había salido a debate y que se ha intentado poner en práctica varias veces sin éxito.

 «Si todo fuera muy bien en dos meses no habría transmisión y en el peor, en cuatro o cinco», afirmaba Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, y quien ha sido cara visible y reconocida de esta crisis sanitaria sin precedentes. En España se superaba los dos mil casos notificados, el 50 por ciento de ellos en Madrid. Los hoteles de Cádiz comenzaban a sufrir cancelaciones.

El anuncio del cierre de clases empujó a miles de personas a hacer acopio de productos en los supermercados

El jueves fue un día negro . 24 horas más y muchos más contagiados. Cádiz sumaba otros cinco infectados ‘oficiales’ y se convertía con once positivos en la tercera provincia de Andalucía con más personas contagiadas, muy lejos de Málaga que seguía coronando de sobra esta lista negra. En la comunidad autonóma también aumentaba a 36 los nuevos casos situándose en un total de 138. La Junta de Andalucía reforzaba las medidas de prevención contra el coronavirus enfocadas especialmente hacia la protección de las personas mayores, por ser la población más vulnerable.

Numerosos municipios (Jerez, Cádiz, Barbate, Chiclana, etc) iban anunciando el cierre inmediato de los centros de participación activa de personas mayores (centros de día) así como la programación de actividades culturales, deportivas o sociales previstas. Por ejemplo, en Cádiz se suspendían los espectáculos culturales en el Gran Teatro Falla -que acogía hasta este domingo siete funciones del musical West Side Story- o la gala de entrega de premios del Carnaval Fermín Salvochea, de la ONCE, la media Maratón entre Cádiz y San Fernando... El Rey cancelaba también su visita al Instituto Hidrográfico programada para este lunes y la Catedral anunciaba su cierre a los turistas.

Además, la Hermandad de los Afligidos era la primera en anunciar que suspendía su procesión para esta próxima Semana Santa en medio de una completa y sufrida incertidumbre cofrade por si podrán o no hacer estaciones de penitencia. Y en cuanto al turismo se recibía otro duro golpe. Los responsables del Puerto de Cádiz decidían por precaución prohibir las escalas de cruceros en el muelle gaditano.En números, diez cruceros que no podrán atracar con más de 18.000 turistas. Y otra consecuencia más:La Liga por fin anunciaba su parón. Ni el Cádiz ni ningún otro equipo podrá disputar partidos en ninguna competición en las próximas semanas.

La sensación del 'qué pasará' se volvía cada vez más seria. Y el colofón lo puso ya por la tarde la confirmación de la suspensión de las clases presenciales en colegios, institutos y universidades durante dos semanas mínimo. Además Sánchez promulgó un paquete de medidas excepcionales. Y todo ello, provocó que el temor al desabastecimiento creciera y muchos ciudadanos se fueran en masa a comprar a los supermercados. Imágenes nunca vistas . Estanterías vacías de carnes, leches, papel higiénico, productos de limpieza... Las mismas imágenes o similares que ya se habían visto en Italia o en Madrid, que parecían lejanas pero que, sin embargo, se reproducían de la misma manera aquí. En todos lados se hablaba ya de teletrabajo, de la dura crisis que nos espera, de posibles confinamientos, de una película que jamás se podía uno imaginar.

La alarma se hace oficial

Pero sí. El Gobierno el viernes anunciaba lo esperado. El estado de alarma, un escenario inédito para los servicios públicos. Así lo confirmaba el presidente pasadas las tres de la tarde. Y más medidas. «Lo que haga falta, donde haga falta y cómo haga falta», decía Sánchez. Y más llamadas a la calma. En España el dato justificaba para los expertos dicha decisión:más de 5.200 casos, más de la mitad en la Comunidad de Madrid. En Andalucía se llegaba a los 264 infectados y las dos primeras muertes en esta región que se registraban en Málaga: un hombre de 70 años y otro de 82, ambos con patologías previas.

En Cádiz la situación se volvía a poner más complicada. No tanto por el número de infectados, 21, sino por la rapidez en el contagio. En tan solo 24 horas se habían duplicado y además se advertía que la evolución no iba a pintar mejor debido, sobre todo, al éxodo de muchos ciudadanos madrileños y de otras comunidades a la provincia, tal y como aseguraban de forma directa los responsables autonómicos en su comparecencia pública. La locura se desataba ya por completo en los supermercados y las farmacias (en busca de mascarillas y desinfectantes)y las cancelaciones y aplazamientos de todo tipo se sucedían. Suspensión de juicios, de vis a vis en prisiones, cierres de cines, mercadillos, bares, parques, e incluso de playas como El Palmar, El Puerto, Conil, Barbate, Chiclana, San Fernando, Cádiz... una espiral de acontecimientos previsibles pero a la vez insólitos.

Y ayer, de nuevo la evolución del contagio del virus que se ha seguido en países como Italia tenía su espejo en España. La palabra del día era confinamiento. Otra vez los partes daban a conocer nuevos casos, alcanzando ya casi los seis mil, con el doble de afectados en tan solo 24 horas en Madrid . En Andalucía se comunicaba el fallecimiento de una tercera persona en Jaén y Juanma Moreno se adelantaba al Gobierno central decretando el estado de alerta 2. En Cádiz la situación cambiaba hasta ocho nuevos positivos (29), según los partes oficiales. Así, otro día más, el escenario volvía a cambiar. El Ejecutivo ponía en marcha el estado de alarma que limitará los movimientos en toda España a partir de este próximo lunes junto a un nuevo paquete de medidas urgentes.

Siete días por tanto que han cambiado la vida de Cádiz, de todo un país, de todo un continente y de todo el mundo.

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