El Ayuntamiento de Cádiz se plantea eliminar el botellódromo de la Punta de San Felipe

El Ayuntamiento de Cádiz tendrá que tomar una decisión en un plazo de dos meses sobre si mantiene el botellódromo en la zona habilitada actualmente en la Punta de San Felipe o si finalmente renuncia a esta localización. Así se acordó hace poco más de dos semanas durante la comisión institucional en la que participaron tanto el Ayuntamiento de Cádiz como la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz. En esta reunión se abordó el uso que debía tener este espacio, cuya cesión al Consistorio gaditano terminó el pasado mes de febrero.

Tras barajar diferentes ideas, la comisión acordó prorrogar de forma temporal hasta el próximo mes de junio el convenio que existe entre el Ayuntamiento de Cádiz y la APBC.

Además, los responsables municipales adquirieron el compromiso de iniciar una ronda de reuniones sectoriales con hosteleros, colegios profesionales de psicólogos y trabajadores sociales, así como con asociaciones juveniles y de madres y padres, con el fin de recoger propuestas y opiniones sobre si se debe continuar o no con esta actividad.

Los resultados de estas conversaciones marcarán, en gran medida, el futuro de una zona de ocio que se instaló en la capital gaditana hace una década. Hay que recordar que tras el cierre del botellódromo de Granada el pasado año, las únicas capitales de provincia de toda Andalucía con este modelo de ocio juvenil son Cádiz, Huelva, Córdoba y Jaén.

Esta infraestructura, ideada con el fin de limitar el consumo de alcohol en la vía pública, se encuentra ya en desuso. Una muestra de ello es la escasa afluencia de jóvenes que se produce cada fin de semana, unas cifras que nada tiene que ver con las que se registraban en los primeros años de uso.

No obstante, el Ayuntamiento de Cádiz no se había planteado hasta el momento la posibilidad de poner fin al botellodrómo. Los responsables municipales sí tenían encima de la mesa un proyecto de transformación del espacio, dotándolo de otras actividades lúdicas enfocada a los más jóvenes, que no han llegado a desarrollarse. De hecho, en sus inicios se realizaban conciertos de música en directo en las instalaciones e incluso se sacó a concurso un proyecto para la instalación de barras en la parte superior, que finalmente no llegó a funcionar ante el escaso interés de los empresarios de la zona.

En caso de que finalmente se cierre esta zona, las autoridades ya están estudiando otros usos. Una de las que más apoyo tiene por parte de los empresarios de la ciudad es la creación de bares y restaurantes con terrazas con vistas al mar.