«Estamos como las tortugas, ni para adelante, ni para atrás»

«Estamos como las tortugas, no vamos ni para adelante ni para detrás», aseguraba ayer Laura Espinosa, una de las okupas de la corrala Bonanza de Sanlúcar. Poco sabían del anuncio realizado horas antes por el delegado de Fomento y Vivienda, Manuel Cárdenas, sobre la disposición de 20 casas que una entidad financiera pondrá a disposición del Ayuntamiento de Sanlúcar. «Habrá que negociar, digo yo», resumía ante una situación que se prevé complicada y que puede provocar más que diferencias entre las familias okupas. La Junta ha mediado para que haya de momento una veintena de viviendas pero «ni tienen porqué ser las que están siendo okupadas ni para esos okupas». Hay que recordar que el registro de demandantes de vivienda de la ciudad alberga una lista de 500 personas y la gran mayoría de las familias okupas no están inscritas en ellas. «Es que no sirve de nada», cuenta Manuela Silva. «Si vas a apuntarte te dicen que no se construye nada desde hace cuatro años y que la empresa está endeudada por lo que ni merece la pena», añade Regla Gómez.

Mientras siguen esperando una solución a su situación personal, cuentan que siguen sin luz ni agua, al menos en la corrala Bonanza. «Nos la estamos apañando como podemos pero aquí no ha habido ningún cambio».

El revuelo mediático alcanzado hace dos semanas, cuando se dio a conocer el llamativo número de familias implicadas, ha cesado también, «aunque aún siguen viniendo. No queremos que nos olviden».