El fiscal mantiene la pena de 13 años solicitada para un acusado de intento de homicidio en El Puerto

La Audiencia Provincial de Cádiz ha juzgado esta mañana a un vecino de Puerto Real, que se encuentra en prisión preventiva, acusado de un delito de intento de homicidio, por apuñalar supuestamente a un joven de El Puerto y herir a otro en la mano en una reyerta que tuvo lugar en la barriada de José Antonio, en el verano de 2008.

La Fiscalía ha mantenido la solicitud de 13 años para él por el delito de homicidio en grado de tentativa, otro de lesiones y un tercer delito de atentado a la autoridad ya que, según el fiscal, el acusado esgrimió el arma contra un agente de policía cuando le iba a detener en la estación de trenes de El Puerto, después de haber huido del lugar del crimen.

Según el relato de los distintos testigos, el procesado tuvo una discusión con las dos supuestas víctimas --dos hombres de unos 30 años-- cuando se acercó a ellos y les preguntó dónde podía comprar droga. El procesado iba acompañado de un amigo, también de Puerto Real, con el que viajó en coche hasta El Puerto después de beber alcohol. Al parecer, ambos fueron interceptados por la Policía minutos antes de la pelea y les requisó el vehículo. Sin embargo, no le encontraron el cuchillo de 19 centímetros con el que supuestamente cometió la agresión. Lo guardaba, al parecer, bajo su camiseta.

Uno de los heridos, que fue conducido ayer a la Audiencia desde prisión donde cumple condena, explicó que sintió un golpe fuerte en el pecho e instintivamente salió corriendo. Le habían apuñalado en el pectoral izquierdo, cerca del corazón, causándole una herida que pudo ser mortal de no haber sido asistido rápidamente. La agresión, según el fiscal, no acabó ahí: el acusado le persiguió y le alcanzó al menos en dos ocasiones en la espalda, tras las cuales, el herido cayó al suelo. Sin embargo, los forenses que atendieron a la víctima meses después de los hechos no pudieron ayer determinar que las dos heridas de la espalda se produjeran en ese momento, o que pudieran ser anteriores. En todo caso, sí atestiguaron que la puñalada del pecho fue grave.

El compañero de esta primera víctima trató entonces, según su testimonio, evitar una nueva puñalada y agarró el cuchillo por la hoja, lo que le provocó una lesión en un dedo que le ha dejado secuelas. En base a esta herida, el fiscal acusa al procesado de un delito de lesiones.

Tras aquella agresión, el acusado huyó y fue detenido poco después en la estación de El Puerto, donde esperaba ensangrentado la llegada de un tren hacia Puerto Real. Agentes de Policía, alertados del apuñalamiento, acudieron hasta allí y lo trataron de detener. Según declararon ayer algunos de estos policías, el acusado se volvió con el cuchillo en la mano, pero no llegó a atacar a ningún agente, pues fue reducido "en pocos segundos" de una zancadilla. Tampoco se resistió a la detención, como le achaca el fiscal, a pesar de lo cual ha mantenido la acusación de ese delito.

La defensa del acusado solicitó ayer la absolución, alegando que su cliente actuó en defensa propia, pues según su testimonio los dos heridos (a los que no conocía de nada) le atacaron primero con palos. Según el procesado, le propinaron una paliza y, por tanto, sólo se defendió. El fiscal considera que, de ser cierto, la manera de defenderse fue desproporcionada.