el jeme

Vivir como un cura

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Esta es la frase que suele emplear la gente para referir que vives como Dios. Lo sorprendente es que para vivir tan bien, como al parecer viven, cada vez hay menos. Pero, ¿Qué hay que hacer para poder vivir como un cura? Poca cosa. Lo primero dejar la familia, el trabajo…tu vida anterior, pues el nuevo patrón es bastante exigente.

Así, tras tan sólo seis años de estudios ya está uno disponible para que el obispo le envíe durante cinco años, normalmente prorrogables, a la parroquia de un pueblo cuya exacta localización hay que buscar en el Google Maps.

Una vez allí, a cambio de vivienda gratis, sólo hay que estar disponible 24 horas al día, siete días a la semana, por si alguien tiene un problema que únicamente le puede contar al cura, por si alguno tiene que pedir algo que solo un cura le puede dar o por si un vecino, parroquiano o no, decide morirse, que ya se sabe que la gente se muere a la hora que le da la gana. En estos casos es conveniente llamar al cura antes, porque una vez fallecido, incluso para el cura, es imposible darle la extremaunción.

Es importante mantener un gesto amable durante las 24 horas, y solamente un 100% de disponibilidad, incluido carné y coche propio, porque es absolutamente imprescindible no fallar a nadie durante los 40 años de actividad laboral, si no le tildarán de malage o cosas peores. Asimismo, entre sus obligaciones laborales está escuchar con interés los problemas, tragedias y desgracias de todo el mundo, gratis y sin cita previa, y por supuesto intentar resolver el problema consultado o al menos procurarle un consuelo contundente. Por supuesto él, por convenio, no tiene derecho a tener problemas.

Debe asumir que será el representante en el pueblo de la institución más criticada y vapuleada del mundo y sobrellevar con agrado largas e inútiles conversaciones con gente que ni le va ni le viene lo de la Iglesia, pero que se creen con derecho a opinar lo que les viene en gana, casi nunca bueno, y a exigir una respuesta argumentada y coherente.

Y todo esto por unos escasos 700 € al mes. Seguramente por eso la gente prefiere ser controlador aéreo.