Tribuna

TRANVÍA+CÁDIZ

TRIBUNA LIBRE Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El jueves asistí a la presentación de la 'Plataforma Tranvía+Cádiz'. Debo ser honesto y decir que mi estado de ánimo sobre el tema antes de ir, era de un escepticismo que podría formularse mediante la expresión: «ojalá pueda hacerse pero lo dudo mucho». El acto de ayer no ha variado mi percepción del asunto. Sus promotores comenzaron haciendo un diagnóstico certero: «en Cádiz no caben más coches», pero conscientemente no presentaron una propuesta, tan sólo insistieron en la necesidad de debatir abiertamente la cuestión. Dada la trascendencia del tema, que por extensión es la movilidad en la Bahía, la iniciativa es acertada, ahora bien, para que se genere el debate que pretenden, deberán concretar su propuesta. En materia de infraestructuras hay que huir de vaguedades.

La iniciativa genera interrogantes que la plataforma debe ir respondiendo. El primero, sin duda: ¿Cuál será su recorrido? Entiendo que hay bastante consenso en torno a la conveniencia de ampliarlo hasta la Plaza de España, pero a partir de ahí las dificultades técnicas complican el proyecto. El segundo: ¿Cuánto se tardará en construir las infraestructuras que demanda este proyecto? A tenor del ejemplo de San Fernando, la opción de circunvalar completamente el casco antiguo, puede suponer unos cuatro años de obras. ¿Puede Cádiz prescindir durante ese tiempo del uso de lo que podríamos llamar su M-30 o SE-30? A lo que añado: en la mayor parte de la circunvalación, no podrá ser de doble vía, ¿Cómo incidirá esta limitación en su eficiencia?

Aún más, ¿Quiénes serán sus usuarios? Suponiendo su entrada por el nuevo puente y prolongando el recorrido hasta La Caleta o incluso el Campo del Sur, apenas reportaría utilidad a los residentes en Cádiz. Desde luego, podemos descartar como usuarios a quienes vivan a uno u otro lado de la Avenida y a los que tengan su domicilio entre la Barriada de la Paz y la salida de Cádiz, pues para un recorrido urbano, nadie se desplaza mas de 200-300 metros para tomar un transporte público. Intuyo, por tanto, que sólo va a ser verdaderamente práctico para quienes vengan a Cádiz a trabajar o a estudiar. Lo que me lleva a concluir con otro interrogante: ¿debe la ciudad soportar una infraestructura excluyente respecto de otros medios y que, sin embargo, no parece que vaya a ser determinante a la hora de facilitar la movilidad de sus propios residentes?

Se habló mucho de sostenibilidad, pero no debemos incurrir en la simpleza de considerarlo ecológico por el mero hecho de que no echa humo. En realidad es un medio de transporte excluyente, porque excluye a cualquier otro sobre el mismo trazado y eso parece poco sostenible. Comienza el debate.