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Dos operarios de limpieza adecentan las calles de la Viña con chorros de agua a presión. :: la voz
CÁDIZ

Cádiz quiere ser oficialmente limpia

Los parámetros que serán examinados son las nuevas medidas para eliminar de las calles los residuos y las defecaciones La ciudad se va a someter a una auditoría externa para conseguir un certificado de calidad

J. LANDI
CÁDIZ.Actualizado:

Uno de los debates más viejos entre los vecinos de la ciudad de Cádiz es la limpieza. Mucho se ha escrito y dicho sobre los hábitos de muchos de sus vecinos, de las iniciativas públicas para intentar corregir a los más puercos o sobre las medidas para recoger los desperdicios en las calles y plazas. Sin embargo, algunos visitantes (especialmente, los cruceristas) destacan últimamente, en las encuestas que rellenan, que la limpieza es uno de los aspectos que más les gusta de la ciudad. Resulta complejo saber si la ciudad es mucho más higiénica que otras capitales. Es preciso viajar, cada poco, para renovar la comparación con otros municipios similares.

Para superar ese debate popular y convertirlo en pronunciamiento formal, la Delegación de Limpieza del Ayuntamiento de Cádiz, dirigida por Paloma Bordons, piensa solicitar un examen oficial. Será el de una de las empresas auditoras de ámbito nacional encargadas de comprobar y expedir lo que se denomina certificado de calidad. En ese documento, se agruparán todas las nuevas medidas puestas en marcha desde el Gobierno local, encaminadas a concienciar a los ciudadanos, a ofrecer nuevos dispositivos de limpieza y a recoger de la manera más ágil posible la mayor cantidad posible de residuos.

En esta campaña, que debe concluir con la declaración oficial de Cádiz como ciudad limpia, entran varias medidas. Una de las últimas, respaldada por el éxito de participación, es la de duplicar los puntos limpios itinerantes. Son contenedores que un camión deposita, cada semana, en un lugar distinto de la ciudad. Los ciudadanos pueden depositar ahí objetos de desecho de gran tamaño o que, por los materiales que lo componen, no tienen cabida en la bolsa de basura común. La puesta en marcha, hace apenas un mes, de ese segundo punto limpio móvil ha significado un incremento del 38,5% de residuos recogidos en la categoría de muebles. En cuanto a electrodomésticos, se ha depositado un 16,2% más. En la categoría de residuos orgánicos, el incremento ha sido del 5%.

Pero el segundo punto limpio móvil es sólo una de las piezas del puzzle en el que confía el Ayuntamiento. En lo que va de año, también se han repartido 5.600 paquetes de bolsas de reciclaje -divididas en tres colores según los residuos que deben contener- entre las asociaciones de vecinos de los distintos barrios de la ciudad.

La lucha contra los excrementos caninos en las calles y plazas también es otro de los frentes abiertos. En lo que va de año se ha repartido un millón de bolsas, en actos públicos o directamente a través de las asociaciones vecinales, para facilitar y difundir la necesidad de recoger este tipo de desechos inmediatamente, sin que dejen un rastro antihigiénico. Dos parques (Santa Ana y Varela) cuentan ya con máquinas expendedoras de este tipo de bolsas. El proyecto municipal es que, si no son destrozadas por el vandalismo, sean colocadas en todos los restantes parques de la ciudad.

Iniciativas de prevención

Las medidas destinadas a la recogida de todo tipo de desperdicios es sólo la mitad de este paquete de iniciativas que el Ayuntamiento pretende someter a una auditoría formal. El otro gran bloque lo forman las iniciativas de prevención, las campañas para concienciar a los ciudadanos. Un ejemplo son las charlas a grupos de vecinos, cada sábado por la mañana, en las que difunden técnicas de reciclado y normas de respeto a los espacios públicos, y que han supuesto un éxito. Hasta el punto de que el Ayuntamiento anuncia que las va a ampliar a todos los barrios de la ciudad, con mensajes específicos para las necesidades de cada una (si hay más o menos perros censados, si tienen o no comercio, si hay o no parque en la zona.) para potenciar unos efectos que se consideran muy positivos.

A estas charlas a vecinos se suman campañas específicas con el colegio de veterinarios, anuncios en medios de comunicación, conferencias en los colegios, entrega de ceniceros en las playas o instalación de islas ecológicas en las orillas más frecuentadas cada verano.

Incluso los comerciantes están implicados. Una de las medidas que también se someterá al examen auditor será la recogida específica de cartones y cajas de las tiendas. También ha comenzado a aplicarse este año, con un horario adaptado a cada establecimiento, con un gran éxito de participación.

Si se suman todas las ideas, de distinta antigüedad y seguimiento, el Ayuntamiento está convencido de que algo está cambiando, de que la mezcla de concienciación y nuevos sistemas de recogida va calando entre la población. Es una cuestión de sensaciones, de visión y de olores, difícil de cuantificar. De eso, ya se encargará la auditoría. Por ahora, sólo hay pequeñas percepciones a las que agarrarse. Una de ellas, confirmada por el Ayuntamiento, es que «nunca se han recibido más llamadas de queja o denuncia cuando alguien ensucia, destroza mobiliario urbano o ataca al patrimonio común de los gaditanos». Es sólo un detalle, pero puede demostrar más de lo que parece.