DONDE LAS CALLES NO TIENEN NOMBRE

Tiempos revueltos, jerezanísimos y todo lo contrario

¿Y si Morales nos ha vuelto a tomar el pelo con frases como «el Xerez va a estar vendido antes del viernes sí o sí»? La Junta ha ofrecido a sus empleados de Justicia trabajar horas extra por la tarde; quizá debería haberlo hecho con parados

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La primera reflexión que me viene esta semana a la mente está relacionada con Joaquín Morales, protagonista de mi última gacetilla. El de Dos Hermanas se ha ido de viaje a Argelia sin haber cerrado la venta del club, y digo cerrado porque el Xerez no va a estar vendido por el hecho de que su máximo accionista lo diga de viva voz. Lo normal, digo yo, es una firma ante notario, un registro mercantil, en fin estas cositas que hay que hacer cuando uno se gasta más de tres millones de euros en comprar una sociedad anónima deportiva... Pero es que ni siquiera se ha anunciado un acuerdo con los argentinos y de Schuster para qué vamos a hablar. Así pues uno se plantea si Morales nos ha vuelto a tomar el pelo con frases como «el Xerez va a estar vendido antes del viernes sí o sí», si nos ha engañado como a chinos o si es que la operación se ha ralentizado en el último momento, opción ésta sobre la que soy más esceptico.

Pero no dediquemos más tiempo, de momento, a un Joaquín Morales que, por el camino que va, nunca podrá recoger un premo Jerezanísimo como hicieron el pasado viernes la Fundación Teresa Rivero, Conchi Badillo, Muebles Briole, Joaquín Grilo, Vicente Moreno, Diario de Jerez y Juan Carlos Carrasco, al que me une una buena amistad y del que hablé en la gala con unas palabras que me gustaría reproducir y dedicarle nuevamente.

«Hace unos días supe de un proyecto que, si analizamos la trayectoria en los últimos años de la cocina española, se podría decir que estaba al caer. En 2011 la ciudad de San Sebastián contará con la primera Facultad de Ciencias Gastronómicas de España. La cuestión no es ninguna tontería y prueba de ello es que el presupuesto es de 14 millones de euros, de los cuales la mitad los pone el Ministerio de Ciencia, Innovación y Tecnología. El caso es que la cocina y el trabajo de restauradores como Juan María Arzak, Pedro Subijana, Martín Berasategui, Andoni Luis Aduriz, Hilario Arbelaitz, Karlos Arguiñano y Eneko Atxa, el trabajo de estos profesionales a lo largo de los últimos años ha hecho posible en primer lugar la promoción del País Vasco y de su cultura; la generación de riqueza y desarrollo a través de sus negocios; el mantemiento de un sector que proporciona muchos puestos de trabajo; y ahora la elevación de la cocina a la categoría de cuestión académica con la creación de esta Facultad de Ciencias Gastronómicas que, convendrán conmigo, será un nuevo acicate económico y promocional para San Sebastian y el conjunto de Euskadi. Por tanto, podemos decir que la gastronomía de calidad, la buena restauración se han convertido en un vehículo de promoción cultural y económica. En los últimos años, en Jerez hemos tenido la suerte de contar con profesionales que han querido salirse del guión establecido, innovar, abrir nuevos caminos en la cocina, crear empleo y riqueza; y todo ello no sólo no abandonando nuestras referencias culturales, sino potenciándolas. Hay más de un restaurador que ha trabajado en Jerez en esta dirección de un tiempo a esta parte. Pero hay uno que lo ha hecho con especial énfasis y entusiasmo; arriesgando aún más de lo permitido o aconsejable; nunca mejor dicho, poniendo toda la carne en el asador; Su nombre, todos ustedes lo conocen, es Juan Carlos Carrasco. Juan Carlos podría haberse conformado con salir adelante con su venta original, pero más de 15 años después esa venta se ha convertido en un potente grupo empresarial que engloba el restaurante Casa Juan Carlos, El Gallo Azul, la Tonelería y uno de los servicios de catering más prestigiosos de Andalucía. Su trabajo ha traspasado nuestras fronteras, como lo ha hecho él tantas veces con sus viajes al Pais Vasco y a otros puntos de España y de Europa para captar ideas, nuevos platos y el espíritu de la cocina moderna que no da la espalda a lo tradicional. Por eso, a través de su restauración, con su apuesta constante por los productos de la zona, con su empeño en sorprendernos con nuevos sabores, con su incansable labor en favor del maridaje de la buena cocina con vinos de Jerez, con su expansión profesional, Juan Carlos se ha convertido en una valiosa herramienta de promoción de todo lo nuestro, una valiosa promoción de Jerez. Las puertas de Casa Juan Carlos han estado y están abiertas desde hace años a los jerezanos y visitantes. Ahora, el jurado de estos premios ha creído conveniente que tu casa, Jerez, te agradezca de manera pública todo lo que has hecho y estoy seguro que seguirás haciendo en el futuro».

Enhorabuena, amigo.