El Banco de España cree que la ley de Economía Sostenible se queda corta

Va por buen camino, pero se queda corta. Es el juicio que la ley de Economía Sostenible merece al Banco de España, porque, en palabras del director general del servicio de estudios, José Luis Malo de Molina, «la situación requiere reformas profundas, ambiciosas y urgentes». Citó entre ellas los cambios en la negociación colectiva para fortalecer los acuerdos en las empresas frente a los convenios sectoriales o provinciales y la modificación de las condiciones de contratación para reducir el coste del despido de los trabajadores indefinidos.

«De la crisis no se sale esperando que pase», declaró el alto cargo de la institución monetaria, que enmarcó el anteproyecto que acaba de presentar el Gobierno en una estrategia que también abarca el Fondo para la Economía Sostenible y un paquete de modificaciones apenas esbozadas.

Al Banco de España le gustan, por ejemplo, las iniciativas en materia de vivienda, como el reequilibrio en el tratamiento fiscal de la vivienda en propiedad y en alquiler, o las propuestas para abaratar y simplificar los trámites administrativos y los costes financieros de las empresas.

Pero el gran problema de la salida de la crisis es la recuperación del mercado de trabajo. Por eso, «lo más importante (de las acciones que debe promover el Gobierno) es lo que está por venir», consideró, y entre las sugerencias, mencionó las reformas laborales. Explicó que la recesión económica está afectando «desproporcionadamente al empleo» en España. Para evitarlo, propuso adaptar los salarios a la situación de las empresas y establecer unas condiciones de contratación «que descarguen menos el ajuste de los puestos de trabajo sobre los trabajadores temporales».

El Banco de España ya empezó a hablar en 1984 de la necesidad de fortalecer los convenios de empresa, evocó. Y los datos actuales de las compañías que colaboran con la Central de Balances ponen de manifiesto las ventajas de estas reformas.