El picudo rojo desata la alarma

Un insecto denominado picudo rojo trae de cabeza a los responsables del cuidado de jardines y parques de la ciudad, especialmente después de que el pasado 21 de ocubre un propietario detectara su presencia en dos palmeras canarias de la Viña La Guita, cercana a la barriada de Las Tablas. A pesar de todo, la noticia no cogió de sorpresa a la responsable municipal de Medio Ambiente, África Becerra, que ya sabía de su aparición en otros municipios cercanos como Rota o El Puerto.

La gran preocupación que ha generado su aparición propició que el Ayuntamiento decidiera organizar una jornada técnica sobre el picudo rojo, que se celebró ayer en el Centro Social Granja-Las Delicias. No en vano en el término municipal hay más de 5.200 palmeras públicas, de ellas 1.092 son palmeras canarias y 1.253 datileras, «especies que, por este orden, son más propensas al ataque del picudo», señaló Becerra.

En este sentido subrayó que «por la cercanía del insecto, era cuestión de tiempo la aparición del mismo en nuestro municipio. Tras la constatación de los primeros casos, decidimos realizar esta jornada con el fin de informar y paliar, en la medida de nuestras posibilidades, los efectos que pueda causar esta plaga en las palmeras de nuestro término municipal».

Igualmente, la delegada ha pedido la colaboración de los vecinos ante la más mínima señal de anomalía en alguna palmera. «Hemos creado un procedimiento y un formulario de comunicación para que cualquier persona que detecte síntomas de palmeras que considere puedan estar siendo afectadas por el picudo rojo deben ponerse en contacto con la Delegación para que una vez confirmada la presencia de dicha plaga se adopten, en colaboración con los servicios de Sanidad Vegetal de la Junta de Andalucía, las medidas oportunas para su control». Se puede contactar con la Delegación a través de los teléfonos 956 14 95 70 / 956 14 95 28; el fax 956 14 95 73 y los correos electrónicos medioambiente@aytojerez.es y www.jerez.es/medioambiente así como el 010.

El primer caso de picudo rojo se remonta a 1995 en Granada, pero hasta 2006 no se amplía la plaga considerablemente a todo el territorio andaluz, coincidiendo precisamente con el gran volumen de plantación de palmeras con el boom de la construcción.