La Casa del Obispo denuncia graves daños en su estructura por la obra de Entrecatedrales

Las obras del mirador Entrecatedrales han tenido unos efectos secundarios indeseados y perniciosos para el patrimonio cultural gaditano. Esa es la denuncia que realiza Germán Garbarino, gerente de Monumentos Alavista, la empresa que explota el mayor yacimiento arqueológico de la ciudad, la Casa del Obispo.

Este centro, que ha recibido visitas reales, obtuvo el pasado año el premio comunitario Europa Nostra a la mejor tarea de conservación y explotación de un yacimiento arqueológico.

A pesar de los reconocimientos y de haberse convertido en una de las tres principales atracciones del turismo cultural en la ciudad, Garbarino afirma que los trabajos de construcción de Entrecatedrales no han respetado «este tesoro, que explica 3.000 años de Historia de la ciudad en un solo paseo».

Afirma que los desperfectos comenzaron «con el inicio de las obras, en el año 2007» y que desde entonces no ha recibido respuesta de la empresa constructora, Geocisa, ni del autor del proyecto, el arquitecto Alberto Campo Baeza, ni de la institución promotora de la iniciativa, el Ayuntamiento de Cádiz.

Monumentos Alavista alega además que ha llegado a remitir «hasta 20 cartas» al Gobierno municipal para denunciar los daños «en el patrimonio de todos los gaditanos» pero, afirma, no se ha producido respuesta.

Joyas mojadas

Garbarino realiza un recorrido por la fachada de la Casa del Obispo más cercana al mirador. Señala los desperfectos desde la puerta. Además del acceso dañado, afirma que se han producido perjuicios más graves a las tumbas fenicias y a los criptopórticos. Mientras los detalla, resalta las grietas que comienzan en la pared, y alcanzan hasta los enterramientos, paneles transparentes que se han vuelto opacos y humedades que delatan «grandes filtraciones de agua».

Considera, además, que el proyecto colindante tiene errores de estructura. Entre ellos, destaca un hueco libre para acceder al enterramiento fenicio, lo que puede propiciar expolios o actos de vandalismo, e inclinaciones que propician la «acumulación de aguas pluviales» en la pared colindante con la Casa del Obispo

La empresa que explota el mayor yacimiento fenicio y romano de la ciudad de Cádiz cree que el inicio de los problemas está en «la instalación de los micropilotes que sujetan la estructura de Entrecatedrales». Las perforaciones que precisaron, según el denunciante, causaron grandes vibraciones que están en el origen de todos los daños. Garbarino solicita alguna solución por parte del Ayuntamiento, aunque asegura que tras una veintena de intentos, aún no lo ha conseguido. «Es un tesoro de los gaditanos lo que se está dañando y pido que se proteja, nada más», sentencia.