EL JEME

El Día del Rosario

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando se ha sido derrotista toda la vida, la festividad del Rosario está asociada desde pequeño a los Comes y a Sevilla. Ese día los autobuses verdes desembarcaban en la estación del Prado de San Sebastián a un buen número de gaditanos, felices por la perspectiva de pasar el día en El Corte Inglés de la Plaza del Duque. Esos autobuses eran en aquellos tiempos motivo de merecido orgullo provincial, sólo superados en confort y rapidez por el Talgo.

Hoy el gaditano derrotista sigue aprovechando el día de la Patrona para ir a Sevilla, aunque ha cambiado el medio de transporte, que ahora es el monovolumen y la gran superficie de destino, que ya no es el Corte Inglés sino Ikea. Pero no es lo mismo, Ikea puede resultar original y simpático, pero todavía hoy recuerdo cómo me sentía cuando de pequeño me llevaban a El Corte Inglés y miraba embobado las escaleras mecánicas, disfrutaba en la sección de deportes o alucinaba con la cafetería, en la que servían algo tan exótico como un sándwich mixto o vegetal y se pagaba a la salida. Sólo muchísimos años después al visitar los almacenes Harrods he sentido una sensación parecida.

Por el contrario, el gaditano cabal permanecía en la ciudad y vestido con sus mejores galas homenajeaba a su patrona. Afortunadamente, éste no ha cambiado tanto, si acaso ha añadido a sus hábitos el de salir en una ilegal en Carnaval, cargar en Semana Santa o vestirse de amarillo el domingo. Como debe ser.

Pero cada vez con más fuerza, se impone una tercera opción: Bahía Sur. Que me temo, satisface por igual al gaditano de ley y al derrotista de verdad, porque permite al primero no perderse la procesión de la Patrona al tiempo que aprovecha para pasar un día familiar en el centro comercial y al segundo quitarse de en medio sin necesidad de pasar varias horas de coche y además contenta a los niños que lo de Ikea no lo ven muy claro.

Pero lo de Bahía Sur es algo mas serio. Llega un día en la vida de una pareja gaditana de la Bahía, en el que los dos cónyuges tienen trabajo, ya ha pasado lo peor de la hipoteca y entre una cosa y otra, la familia consigue ahorrar 400 ó 500 euros al mes, ¿qué hacer? He aquí el gran dilema: o volver a entramparse con la compra de una segunda residencia en sus diversas tipologías -desde el gran chalet hasta la parcelita ilegal- o pasar los sábados con la familia en Bahía Sur a razón de 120 euros la jornada. No es fácil decidir, porque si transcurridos 25 años se echan cuentas, uno se ha gastado el mismo dinero cualquiera que sea la opción elegida. Si se opta por la segunda vivienda se habrá perdido la oportunidad de estar a la última en moda y tendencias y de comer en alguno de los templos gastronómicos que proliferan en estos sitios, mientras que si se decanta por la opción centro comercial, se habrá ahorrado preparar, servir y recoger centenares de barbacoas a miles de amigos, bueno en realidad son varias decenas que vienen cientos de veces. Usted decide.