GOLPE DE ESTADO en honduras

Zelaya retrasa su anunciado regreso a Honduras para no entorpecer las gestiones de la OEA

La Organización de Estados Americanos da a Micheletti un ultimátum de 72 horas para que restituya al presidente depuesto

WASHINGTON Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Asamblea General de la OEA ha exigido al nuevo Gobierno hondureño la restitución del depuesto presidente Manuel Zelaya en un plazo de 72 horas, y ha advertido que de no hacerlo Honduras arriesga la expulsión del organismo regional. La Asamblea ha aprobado una resolución de cinco puntos, por aclamación y ante la presencia de Zelaya, tras una intensa y prolongada jornada de negociaciones entre los cancilleres y embajadores que participaron en el 37 periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la OEA.

Tras conocer ese plazo de 72 horas, el presidente depuesto ha decidido posponer su regreso a Tegucigalpa, previsto para mañana jueves, para no "entorpecer" la gestión de la organización. "No vamos a hacer ninguna acción antes del movimiento diplomático para no entorpecer la labor encomiable" de la OEA, ha anunciado en una rueda de prensa desde Washington, al señalar que su retorno a Honduras se hará cuando cumpla el plazo fijado por el organismo.

El mandatario derrocado ha indicado que la comisión que lo acompañará en su retorno a Honduras se mantiene integrada por Insulza; el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Miguel D'Escoto, y los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, entre otros. La Asamblea General de Naciones Unidas, reunida para tratar el caso de Honduras, aprobó anoche por aclamación una resolución en la que pedía la "inmediata e incondicional" restitución de Zelaya como presidente "legítimo y constitucional" del país. Hoy han sido los Veintisiete los que han acordado que ningún diplomático de la Unión Europea ni representantes de la Comisión Europea "tomen contacto" con el nuevo Gobierno de Honduras, salvo a nivel "técnico", para evitar que un gesto de este tipo "pueda ser interpretado como un reconocimiento" al nuevo Gobierno.

Zelaya continúa su periplo internacional, primero en Estados Unidos, donde ayer acudió a la sede de la ONU y de la propia OEA para mantener la presión sobre los golpistas. Hoy ha asistido a la toma de posesión del empresario Ricardo Martinelli como nuevo gobernante de Panamá.

Micheletti, aislado en el mundo

El ultimátum de la OEA se ha conocido horas después de que el golpista Roberto Micheletti haya desautorizado a los embajadores en la ONU y la Organización de Estados Americanos, Jorge Arturo Reina y Carlos Sosa, y haya anunciado su destitución. Reina y Sosa, ambos nombrados por el presidente derrocado, están "totalmente desautorizados. Este Gobierno no los reconoce como miembros de esas dos representaciones internacionales", ha declarado Micheletti.

El nuevo mandatario ha ignorado el cada vez mayor clamor internacional para que el depuesto Manuel Zelaya sea restituido, mientras en las calles de Tegucigalpa se agudiza la polarización con manifestaciones a favor y en contra del golpe militar del domingo. El mandatario interino ha insistido en que la expulsión de Zelaya del país por el Ejército y su destitución por el Congreso no han supuesto una ruptura del orden constitucional e incluso ha amenazado con detenerle, si cumple su promesa de regresar el jueves a Honduras.

Micheletti, que ha recibido el apoyo de unos pocos miles de hondureños en Tegucigalpa, ha anunciado una ofensiva diplomática para explicar la crisis que vive el país y "recuperar la confianza" de la comunidad internacional. Sin embargo, esto no ha aflojado la presión mundial en su contra. Al rechazo hacia el nuevo Gobierno hondureño se han sumado el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que han anunciado la suspensión de sus respectivas actividades crediticias con Honduras con motivo del golpe militar.

Salida del embajador español

El embajador de España en Honduras, Ignacio Rupérez, cogerá mañana un avión rumbo a Madrid tras ser llamado a consultas por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como gesto de protesta tras el golpe de Estado. El Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación anunció a primera hora de esta mañana la medida y explicó que esperaba que este gesto "contribuya, en el marco de los esfuerzos internacionales en curso, al restablecimiento de la institucionalidad democrática" en Honduras.

El jefe de la diplomacia española propuso este mismo gesto a la UE. Francia, Italia y Alemania han seguido sus pasos de forma individual porque los Veintisiete consideran que es "demasiado pronto" para tomar una decisión conjunta. La llamada a consultas es una herramienta diplomática de la que disponen los Gobiernos para mostrar su fuerte rechazo y malestar ante alguna actuación del Estado ante el que está acreditado el embajador al que se llama. Supone una retirada temporal de este representante hasta que se solucione el incidente.