Los militares han tomado las calles de Tegucigalpa. / Afp
crisis política en honduras

Micheletti asume la presidencia mientras que la comunidad internacional exige la vuelta de Zelaya

El nuevo presidente afirma que ha llegado al poder por un "acto democrático" y no por un golpe de Estado militar

TEGUCIGALPA Actualizado: Guardar
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El nuevo Gobierno de Honduras presidido por Roberto Micheletti comienza a sufrir ya sus primeras complicaciones al recibir un fuerte rechazo por parte de la comunidad internacional, que ha condenado enérgicamente el golpe de Estado ocurrido en el país y ha lanzado un único mensaje: la restauración inmediata del orden constitucional y la restitución de Manuel Zelaya como único mandatario reconocido de esa nación centroamericana.

Desde que se ha conocido a nivel internacional el golpe propiciado por los militares que detuvieron en su residencia a Zelaya, las expresiones de rechazo no han cesado, por el contrario, se han ido intensificando a medida que el nuevo Gobierno, nombrado por el Congreso hondureño y cuyos primeros cinco ministros ya han jurado sus cargos, continúa dando pasos en un intento poco exitoso de lograr su consolidación y la aprobación del resto de las naciones.

Los primeros países en expresar su repudio a lo ocurrido fueron Venezuela, Cuba y Nicaragua, considerados los principales aliados de Zelaya. Pero este rechazo se fue extendiendo hasta pasar los límites del continente americano, alcanzando a la Unión Europea que ya calificó de "inaceptable" el derrocamiento del entonces Gobierno hondureño. Pero el pronunciamiento más esperado fue, sin duda, el del presidente estadounidense, Barack Obama, quien ya ha dejado claro que no reconocerá a ningún otro presidente que no sea Zelaya. Sus palabras no sólo disolvieron el estigma que tenían los Gobiernos norteamericanos de ser los principales responsables de los golpes de Estado en Centroamérica, sino que además dieron pie a que otros países se sumaran a la condena mundial.

"Nosotros reconocemos a Zelaya como el presidente constitucional y debidamente electo de Honduras. No vemos otro", sostuvo Obama en una rueda de prensa convocada por el Departamento de Estado, poco después de pedir a los "actores políticos y sociales" hondureños que respeten las normas democráticas y la norma legal en el país centroamericano, e instó a que se resuelvan "pacíficamente" cualquier tensión o disputa. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, también se ha sumado a las manifestaciones de preocupación por los últimos acontecimientos ocurridos al condenar el arresto de Zelaya, al tiempo que expresó "su fuerte apoyo a las instituciones democráticas" y exige"el restablecimiento de los representantes del país elegidos democráticamente".

Como respuesta al golpe, los países miembros de la ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) han decidido retirar sus embajadores acreditados en Tegucigalpa hasta que se restituya en la Presidencia a Zelaya. "En vista del tajante rechazo que han manifestado la comunidad internacional frente al gobierno dictatorial que pretende imponerse (en Honduras), los países miembros de la ALBA hemos decidido retirar nuestros embajadores" de Tegucigalpa, han acordado en la declaración de Managua, leída por el canciller de Ecuador, Fander Falconí.

"Transición"

Micheletti ha intentado convencer tanto sus ciudadanos como a la comunidad internacional de que llegó al poder por un "acto democrático" y no por un golpe de Estado, al punto, que ha denominado como un "proceso de transición" a esta etapa política de ese país. "No llego a esta posición bajo ignominia de un golpe de Estado, llego a la Presidencia de la República como producto de un proceso de transición absolutamente legal", ha dicho el hasta ayer presidente del Congreso hondureño que, de acuerdo con la Constitución, le corresponde asumir el mando en caso de ausencia o renuncia del mandatario nacional.

Así, ha aclarado que lo ocurrido la madrugada del domingo en Honduras "es un acto democrático" alegando que el "Ejercito sólo ha cumplido con la función que le ordenó la Corte Suprema de Justicia a través de sus juzgados, la Fiscalía y el mayor sentimiento del pueblo hondureño". El nuevo canciller hondureño, Enrique Ortez, ha confirmado que ha instruido al embajador en la ONU, Jorge Arturo Reina, para que pida a ese organismo que retrase cualquier reunión relacionada con Honduras. "Acabamos de dar instrucciones al embajador Reina para que pida posposición de cualquier reunión a partir de este momento, para que no nos vayan a sentar en el banquillo de los acusados y juzgarnos a espaldas", ha señalado Ortez.

La crisis estalló la semana pasada, cuando el Ejército se negó a cumplir las órdenes que había dado Zelaya para poder llevar a cabo el referéndum programado para ayer y en el que quería preguntar a los hondureños si deseaban que en la convocatoria electoral de noviembre se añadiera una cuarta urna en la que se consultaría la posibilidad de cambiar la Constitución.

"No he renunciado"

Por su parte, Zelaya, quien se encuentra en Nicaragua, ha calificado de "falsa" la supuesta carta de renuncia con fecha de 25 de junio que leyó ayer el Parlamento, minutos antes de nombrar a Micheletti como nuevo presidente de Honduras. "Yo nunca he renunciado ni voy a usar ese mecanismo", ha afirmado de manera categórica. A su juicio, "esto es un crimen más" que está siendo cometido por los promotores de su "secuestro" y su posterior derrocamiento con el objetivo de generar confusión entre la población y la comunidad internacional.

"Dada la situación política prolongada que se ha presentado, la cual ha dado lugar al desencadenamiento de un conflicto nacional que ha erosionado mi base política y debido a problemas insuperables de salud (...), cumplo con el deber de interponer mi renuncia irrevocable a la Presidencia de la República, junto con la de mi gabinete de gobierno, efectiva a partir de esa fecha", señala la carta recogida por la BBC.

Mientras, en Honduras se respira un clima de tensión, pese a que el nuevo Gobierno ha pedido a los ciudadanos que continúen con su cotidianidad aunque les ha instado a respetar el toque de queda. Sin embargo, según ha informado la cadena Telesur los simpatizantes de Zelaya aún siguen en las calles exigiendo el regreso del presidente derrocado y propiciando una huelga general. Algunos, se encuentran desde ayer en los alrededores del Palacio Presidencial haciendo prolongadas vigilias.