El jugador Manchester United, Cristiano Ronaldo, celebra el tanto del triunfo en Oporto ./ Efe
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El United estará en semifinales tras vencer por la mínima al Oporto

Cristiano Ronaldo marcó el único tanto del encuentro en el estadio Do Dragao (0-1)

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El vigente campeón de la 'Champions' defenderá el título una ronda más. El Manchester eliminó con muchos apuros al Oporto en un partido donde los portugueses merecieron más. Un chispazo de Cristiano Ronaldo fue suficiente para borrar las estadísticas y ser el primer equipo inglés en imponerse en Do Dragao. Los lusos pusieron la casta, empuje y agresividad que le faltó a su oponente, perdido en un juego rácano y conservador.

El comienzo del choque fue trepidante. A los tres minutos Hulk puso a prueba a Van der Sar. A los seis, Cristiano Ronaldo lanzó un derechazo desde 35 metros que se coló por la escuadra derecha ante la impotente estirada de Helton. Todo un golazo. El portugués se reivindicó en su país, ante los suyos, en el mejor escaparate posible: la 'Champions'.

El Oporto acusó el tanto visitante. Desconcertado y confuso, los albiazules quedaron a merced del Manchester. Sin embargo, lejos de buscar el segundo tanto y sentenciar la eliminatoria, los ingleses arriaron velas y se replegaron en su campo. Este planteamiento tan conservador permitió la reacción local. Los lusitanos recobraron el pulso poco a poco. Fernando, Meireles y Lucho González se hicieron -siempre con el beneplácito del United- con el control del medio campo y por ende, del choque.

Los de Ferguson confiaron en que alguna de sus tres balas -Ronaldo, Giggs y Rooney- cazaran una contra e hicieran blanco en la portería rival. Una estrategia muy pobre para el líder de la Premier y vigente campeón de la 'Champions'. Un equipo que cuenta con un plantel de jugadores capaz de elaborar un estilo mucho más atractivo, se veía rehén de su propia táctica defensiva. El choque era un monólogo lusitano, pero sin generar demasiado peligro. Es muy significativo que sus dos mejores ocasiones de gol fueran para el central Bruno Alves. Primero en un lanzamiento de falta y posteriormente en un remate de cabeza. Ambos remates salieron rozando la madera. Hulk y Lisandro, los dos arietes del Oporto , se hartaron de correr y presionar a la zaga rival, pero fueron incapaces de poner en aprietos a Van der Sar.

Desde el zapatazo del gol, la estrella de los 'red evils' desapareció. Lo mismo que Berbatov, Rooney o Giggs, es decir, el ataque del Manchester paso inadvertido, salvo por el pequeño gran detalle del gol. Sin embargo, la línea divisoria de las semifinales era muy débil, puesto que el empate clasificaba al Oporto .

Incertidumbre

Debió darse cuenta Ferguson que tanto coqueteo con el fuego le acabaría quemando, por lo que su equipo dio un paso adelante en la segunda mitad y equilibró más la posesión del balón. El empuje y voluntarismo local contrastaba con la suficiencia y conservadurismo inglés. El Oporto no desfallecía e insistía. Los albiazules, consciente de su menor calidad buscaban la épica y alguna genialidad de Hulk, uno de los descubrimientos de esta Liga de Campeones. El Manchester, confiado en su superioridad, apenas hilvanaba jugada alguna, y siempre muy lejos del área de Helton, espectador de lujo del encuentro. Desde la tranquilidad de su área, el meta local observó cómo se consumieron los minutos y su equipo se despedía de la 'Champions'. El Manchester deberá ofrecer más fútbol ante el Arsenal si quiere llegar a la final de Roma.