Juanjo Bezares regresó a La Línea para recuperar la ilusión

Juanjo Bezares está loco por mandar al garete este año 2008. Es muy posible que cuando la última campanada suene, el inense lleve ya varios segundos con todas sus uvas perfectamente digeridas. Una buena señal sin duda para reflejar que está loco por despedirse de un año que le ha dejado un descenso a Segunda B, el rechazo de varias ofertas de clubes de superior categoría y el remate: su eterna suplencia en un conjunto de Segunda. Parecía que su situación no podía empeorar mucho más pero ayer lo consiguió incluso. Fue el primer cambio de Javi Gracia. El entrenador buscaba con el de Guadiaro un mayor control del centro del campo, más ayudas en el doble pivote y libertad para sus hombres de banda. Pero nada. El resultado no fue lo esperado y, como esto del fútbol es así, las miradas coinciden en señalar hacia Bezares. Un jugador que nada ya tiene que demostrar pero que no cuenta con la calidad necesaria para manejar el tempo del partido.

Muchos podrían pensar que la cara del linense a la salida de los vestuarios sería un poema. Pero no. Juanjo Bezares salía, como el resto de sus compañeros, enfadado con el empate in extremis pero satisfecho con su labor durante los minutos que estuvo.

Linense de nacimiento, no tardaba en elogiar el sacrificio realizado por sus rivales ayer. «Han sacado casta y orgullo y a nosotros nos ha faltado tener algo más de tiempo el balón», analizaba fríamente un jugador que no paraba de saludar a gente del entorno del club balono.

Optimista

Pese a que se encuentra en un año del que no puede sacar muchos aspectos positivos, Bezares prefiere mirar las cosas con filosofía y positividad. «La lectura positiva es que seguimos sin perder y que hemos sacado un punto fuera de casa».

Feliz por las vacaciones recién cogidas, Bezares aconseja desconectar un poco del fútbol, estar con la familia y los amigos para volver, si cabe, «con más ilusión y ganas» para afrontar lo que debe ser el año del ascenso a Segunda.

A la hora de evaluar su participación en el choque se muestra tranquilo y satisfecho. No cree que porque él se encontrara sobre el césped en el momento del empate local deba sentirse responsable o culpable de la pérdida de dos puntos. «Son circunstancias de los partidos. Igual que cuando entré en El Ejido no fui el culpable de la victoria en el último minuto tampoco lo soy ahora del empate de la Balona», consideraba con razón tras «haber cumplido» con la misión encomendada.

Eso sí, como del fútbol se las conoce todas, entiende que habrá quien use este bajón del equipo en el segundo tiempo para criticar el papel de Bezares. «Eso del empate puede que sea una excusa para aquellos al que no le guste mi juego. Siempre buscarán algo para ponerlo en mi contra pero estoy tranquilo porque me he vuelto a dejar todo en el campo. Como siempre», señaló.

Sobre la posibilidad de salir en el mercado invernal y que el de ayer fuera su último encuentro con el Cádiz se mostró tajante. «Sólo pienso en el Cádiz. Mi futuro inmediato pasar por seguir defendiendo estos colores».

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