Empleo y solidaridad en las cuentas públicas

Estamos inmersos en el debate político sobre las cuentas públicas para 2009, que de acuerdo con la legislación deben estar aprobadas antes de que termine el 2008, aunque es habitual que algunos ayuntamientos no cumplan los plazos legales marcados.

Establecido el marco financiero global en los presupuestos del Estado y de la Junta de Andalucía, las corporaciones locales deben presentar y aprobar sus cuentas, para que podamos tener una visión de conjunto, verificando el compromiso de cada cual en la lucha contra la crisis. Aunque se repite cada año por estas fechas, el debate presupuestario es el más importante de cada ejercicio económico, puesto que en él se dilucidan las prioridades de gastos de las diferentes administraciones. La situación de crisis económica global que padecemos otorga especial trascendencia a las correspondientes al próximo ejercicio. Una vez más, el debate presupuestario ha sido adulterado por la oposición, que fiel a su falta de rigor y seriedad en los planteamientos, no ha esperado a que fueran aprobadas las cuentas públicas para descalificarlas y rechazarlas, lo que resulta especialmente preocupante porque evidencia la falta de compromiso para colaborar en la superación de la crisis. Cuando la situación exige que todos arrimen el hombro, la oposición se apunta al discurso de la desconfianza y la catástrofe.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó la semana pasada los presupuestos para la Comunidad Autónoma para 2009 y los presentó en el Parlamento para su consideración y debate. Son unos presupuestos que nacen de la crisis económica que padecemos, con la voluntad y el compromiso de convertirse en una sólida herramienta que nos ayude a superarla.

Los objetivos que se plantea son la lucha contra el desempleo, el impulso de la actividad económica, el fomento de la inversión pública, la financiación de las pequeñas y medianas empresas y la protección de las familias andaluzas, mediante la mejora de los servicios públicos y las prestaciones sociales.

Estamos, además, ante unos presupuestos municipalistas, porque colaboran con los ayuntamientos y mejoran su financiación, incrementando notablemente la cooperación, la nivelación de servicios y los planes concertados de inversión pública, contemplando la futura participación de las corporaciones locales en los ingresos de las comunidades autónomas. Para estimular la actividad económica y la creación de empleo, el gobierno de Andalucía apuesta por la construcción de viviendas públicas y las inversiones en infraestructuras, por las ayudas financieras a las pequeñas y medianas empresas y el reforzamiento de la estrategia de competitividad, que pretende modificar las bases del desarrollo económico y social, mediante la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico.

La protección de los más débiles y de las familias andaluzas se concreta en los recursos destinados a facilitar el acceso a la vivienda, garantizar la cobertura del desempleo y mejorar los servicios y prestaciones públicas esenciales, que amplían su cartera de servicios con más recursos para la subida de las pensiones, la atención a personas dependientes, la atención bucodental y farmacéutica a los menores y embarazadas, la gratuidad de los libros de texto y la subida de las becas Erasmus, etc.

Una lectura provincial de los Presupuestos de la Junta nos permite certificar el compromiso del gobierno socialista con esta tierra, especialmente en relación con el desarrollo industrial y turístico y con las inversiones públicas en vivienda y en las infraestructuras de la comunicación y el transporte público. Los recursos destinados a la reindustrialización, a través del Plan Bahía Competitiva, no sólo garantizan el futuro de la industria tradicional asentada en la provincia, sino que permiten avanzar en la diversificación del tejido industrial con la incorporación de nuevas empresas en sectores de futuro, tales como las energías alternativas, las actividades portuarias y náutico-deportivas y la logística del transporte.

En 2009 se producirá un avance sustancial en la configuración de la oferta pública de suelos productivos, con la salida al mercado de la Zona de Actuaciones Logísticas asociada al Puerto de la Bahía de Algeciras, el nuevo polo aeronáutico de Jerez, Las Aletas en la Bahía de Cádiz y el Machorro (Medina) en el eje de la A-381.

El compromiso en materia de turismo tendrá su reflejo en la planificación urbanística de ámbito comarcal, con una ampliación de la oferta hotelera asociada a la práctica del golf, los esfuerzos para combatir la estacionalidad y las actuaciones vinculadas al bicentenario de la Constitución de 1812.

Las infraestructuras de las comunicaciones y el transporte público recibirán un gran impulso con las inversiones en los ejes Jerez-Antequera, Villamartin-Ubrique-Costa del Sol, San Roque-Jimena-Ronda, Costa Noroeste y Barbate-Medina-Arcos. Especial relevancia tendrán las obras del tranvía Chiclana-San Fernando-Cádiz y la redacción del proyecto del tranvía urbano de Jerez. Seguirá ampliándose la oferta del transporte marítimo, con nuevas embarcaciones y enlaces.

En materia de solidaridad y protección de la familia, los Presupuestos de la Junta de Andalucía son generosos con la provincia de Cádiz, porque contemplan la construcción de nuevos hospitales en Cádiz, La Línea y Vejer, la ampliación de la red de centros de salud y de centros escolares, la modernización de los hospitales de Jerez, Puerto Real y Algeciras y el nuevo campus universitario del Campo de Gibraltar. Los Presupuestos de la Junta de Andalucía, aunque nacidos de la crisis apuestan por superarla, por medio del compromiso solidario y el fomento de la actividad económica, mediante el ahorro en los gastos de funcionamiento de los servicios administrativos y el desarrollo de las políticas de igualdad. Es el momento de debatir sobre las cuentas públicas, de concretar nuestro compromiso político y social con el presente y el futuro de los andaluces, que merecen respeto, rigor y trasparencia. La demagogia fácil, la mentira, la descalificación y el insulto, no aportan nada a la tarea común de superar las dificultades que se nos presentan.