AL AIRE LIBRE

Don Juan Tenorio

Fue un drama religioso-fantástico que en su época pasó totalmente desapercibido, pero fue adquiriendo mayor dimensión con el paso del tiempo, hasta el punto de convertirse en un clásico de la escena española por estas fechas. Hoy mismo vuelve a representarse en muchos lugares de España, entre ellos en el Teatro Principal de Zaragoza, en una lectura pública que ya lleva siete años y cada vez atrae a más personas. Se ha dicho de Don José Zorrilla, su autor, que no era buen poeta. Sin embargo, quien haya tenido la oportunidad de leer un testimonio de su época, como es el del prólogo de Don Nicomedes Pastor Díaz a una de las ediciones del Tenorio, tendrá una perspectiva muy distinta. Pastor Díaz escribe en 1837, siete años antes del estreno de la obra, para describir una escena que tiene lugar la tarde de febrero de 1836 en la que, «entre centenares de jóvenes melancólicos», se da sepultura a Larra en Madrid. El prologuista cuenta como ante la emoción y el drama que se respiraba en el cementerio, era precisa una voz que diera cauce a tales sentimientos, y cómo, de pronto, un muchacho desconocido, se abre paso entre los congregados junto al nicho, y lee unos poemas de tal intensidad dramática que no puede terminarlos, de tal suerte que Don Mariano Roca de Togores, otro de los presentes, lo hace por él. Aquel día, cuenta Pastor Díaz, enterramos a Larra pero salimos del cementerio con un nuevo poeta: aquél desconocido, casi un niño, era Zorrilla.

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No es este lugar para discutir sobre los valores literarios del Tenorio. Pero lo cierto y verdad es que, aun denostado por muchos, habrá pocos versos mas populares que los que la obra encierra, repetidos tantas veces en algunas estrofas por los españoles que lo han venido escuchando desde su estreno. Y pese a que la pieza teatral no es teatro de vanguardia, no ha habido en la escena española actor, por muy progre que sea, que no haya incorporado a su trayectoria las interpretaciónes del Tenorio o Don Luis Mejía, sobre todo si tenía trazas de galán. Yo, la mejor interpretación que recuerdo se la ví nada menos que a Paco Rabal, en uno de aquellos Estudio 1 dirigidos por Gustavo Pérez Puig. Y si repasamos la nómina de Tenorios españoles, el elenco es impresionante: Carlos Larrañaga, Fernando Guillén, Paco Rabal, Tony Isbert, Juan Diego Por algo será.