Rajoy critica que el Gobierno de Zapatero ni actúa ni acepta la «mano tendida» que le ofrecen los 'populares'

El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha intervenido en la clausura del XIV Congreso Regional de la formación en Madrid, que ayer renovó por amplísima mayoría a Esperanza Aguirre como principal dirigente. El presidente del PP ha aprovechado para volver a criticar al Ejecutivo dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero, quien a su juicio "no gobierna y además no acepta las propuestas y la mano tendida" de los 'populares'.

La cabeza visible del PP también ha pedido a los populares madrileños, como presidente nacional del partido, lo siguiente: "No nos quedemos acomodados en el regocijo, y sigamos haciendo propuestas cercanas a los madrileños", ha expresado en el Palacio Municipal Juan Carlos I de la capital del país.

A escala nacional, Rajoy se ha mostrado convencido de que "de la crisis se sale" pero, ha añadido, "queremos salir bien, no con el tejido productivo destruido" y, por ello ha instado a Zapatero a "gobernar y no mirar para otro lado. No acepto -ha subrayado- la filosofía del Gobierno de que no se puede hacer nada", y ha insistido en que "la soberbia y la inacción no conducen a nada, salvo a multiplicar los problemas". Rajoy también ha pedido al Gobierno "valentía, coraje y determinación" y ha afirmado que la crisis de hoy es "de confianza y de liquidez".

Asimismo ha celebrado la decisión unánime del Tribunal Supremo de ilegalizar al Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) y a Acción Nacionalista Vasca (ANV), pero exige a la vez explicaciones al fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, y al ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, porque las sentencias del alto tribunal les deja "en evidencia y al desnudo", como ya expresaron ayer varios cargos del PP. En cualquier caso, ha dado la bienvenida a la "rectificación" del Ejecutivo porque "más vale tarde que nunca".

Esperanza y los elogios de los 'barones'

Rajoy, gallego de nacimiento, ha subrayado entre los aplausos de la multitud que Madrid acoge "a todos". Su paisano, el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, estaba entre los asistentes y se ha comprometido ante la cúpula directiva del partido a no perder las próximas elecciones autonómicas de Galicia, cumpliendo su deseo de "no volver a ver en la Xunta de Galicia a un presidente que haya perdido las elecciones", en referencia al socialista Emilio Pérez Touriño, que gobierna con apoyo del Bloque Nacionalista Galego (BNG).

Feijoo no ha sido el único 'barón' regional del PP, ni mucho menos. Han estado también, por ejemplo, Juan Vicente Herrera (presidente de Castilla y León) y Francisco Camps (ídem de la Comunidad Valenciana), que han elogiado sin paliativos la política de Esperanza Aguirre, si bien en el Consejo Nacional del PP apostaron por la figura de Rajoy. Como se representó ayer con los besos entre Ruiz Gallardón y Aguirre, se ha tratado de un Congreso marcado por la cordialidad formal con Aguirre.

El mismo alcalde de Madrid ha subrayado "la fuerza, el empuje y el carisma" de la recién reelegida presidenta, que a su juicio estarán al servicio de llevar a la Moncloa a Mariano Rajoy. La 'piropeada', antiguo "verso suelto" del partido, ha señalado que, a diferencia del Ejecutivo de Zapatero, en el PP "estamos en plena forma política" y ha asegurado que las crisis económicas "no se superan solo con medidas económicas", sino que en los "momentos difíciles es cuando se ponen a prueba los principios de los partidos".

La versión de José Blanco

Desde Galicia se ha hecho escuchar el vicesecretario general del PSOE, el lucense José Blanco, que ha participado en la tradicional Fiesta de los Socialistas de Galicia, celebrada en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra). Blanco no habla de manos tendidas por parte del PP, sino de que "la única respuesta de Rajoy a la crisis es convocar un concurso de ideas para hacer un vídeo que ponga de manifiesto la dificultad de las familias españolas, para reírse de ellas".

"Si Mariano Rajoy fuera presidente del Gobierno y Manuel Pizarro ministro de Economía, los trabajadores españoles y gallegos tendrían ahora dos problemas: la amenaza de la crisis y la amenaza del gobierno del Partido Popular", ha acusado el cargo socialista.

Con esta cita, el PSdeG da por finalizada la campaña Tres años cambiando Galicia, con la que los socialistas gallegos han pretendido a lo largo de este mes de septiembre "acercar a la ciudadanía" su labor de Gobierno en la Xunta, así como "constatar" que las mejoras en materia de educación, sanidad, infraestructuras, suelo industrial o servicios sociales "ya son una realidad" en "todos los rincones" de la comunidad, explican fuentes del PSOE.