Un gigante familiar

La pirámide de Maslow dice que una persona tiene una serie de necesidades básicas, pero puede llegar a prescindir de ellas, una vez ha alcanzado niveles superiores como el éxito o el prestigio social.

Por ello, el presidente de Romerijo, José Antonio Romero, debe de haber prescindido de estas necesidades hace mucho tiempo ya que a fuerza de trabajo, constancia y esfuerzo ha conquistado el prestigio social con su empresa estrella, Romerijo.

De hecho, este empresario ha sabido situar un pequeño negocio familiar en un referente gastronómico a nivel nacional.

Ayer por la noche, José Antonio Romero consiguió uno de los pocos logros que aún se le resistía, el Premio al Mejor Empresario Portuense del 2008, que concede la asociación de empresarios de la localidad.

Rodeado de familiares, amigos y trabajadores, José Antonio Romero recogió el premio visiblemente emocionado. De hecho, como quedo bien patente durante el acto, Romerijo es más que una empresa que factura decenas millones de euros al año, posee 200 trabajadores y once centros de distribución de mariscos y freiduría. Y es que ante todo, Romerijo se ha convertido en una gran familia.

Y es que Maslow no predijo que a pesar de que el éxito y el prestigio social pueden acabar con las necesidades básicas, para estar en lo más alto de la pirámide, siempre se necesita una sólida base.