El PSOE revela que el déficit del Consistorio ha crecido 5,5 millones los últimos diez años

Un ajuste de cuentas. Eso es lo que hicieron ayer el portavoz del PSOE, Fernando López Gil, y el edil Fernando León, tras analizar el Plan de Saneamiento de las cuentas municipales que mañana será aprobado en Pleno, pese a que el Ayuntamiento «no saca de los cajones las facturas sin consignación presupuestaria, lo que hace que las cuentas no sean creíbles». Ambos sostienen que el interventor del Ayuntamiento ya alertaba en el informe que acompaña al presupuesto de 2008 de un desequilibrio económico con respecto a ingresos y gastos cuantificado en 9.222.347 euros. Esta cifra es el resultado de la suma entre el déficit de tesorería, que alcanza los 2.100.000 euros, y el coste de los compromisos adquiridos con los bancos de cara a las inversiones del presente año.

López Gil no ve más que «un parche» en el Plan y sostiene que el Gobierno local ante la urgente necesidad de financiar las actuaciones relativas a los Iberoamericanos de Atletismo y al Bicentenario se propuso una reducción del endeudamiento a través de la financiación de préstamos que se amortizarán en un plazo de diez años cuando antes se hacía en tres con lo cual las inversiones que se financien hasta el 2011 que durará el Plan harán que la ciudad esté endeudada hasta el 2021.

El PSOE se ha remitido a mayo de 2001 cuando por unanimidad se aprobó el primer Plan de Saneamiento del Ayuntamiento para cuya elaboración se tomó como referencia el cierre del ejercicio de 1999 en que se reflejaba un déficit de siete millones y medio de euros. Fue en ese año, según los socialistas, cuando se produjo un aumento del déficit del cien por cien, dado que en 1998 se situaba en 3.786.000 euros, por lo que en diez años las arcas municipales han sufrido un crecimiento del déficit de 5.436.347 euros.

El Plan de 2001 tenía una vigencia de tres años a lo largo de los que se preveía bajar el déficit en 513.865 euros. Los socialistas aseguran que en 2004 solicitaron la elaboración de un nuevo Plan de cara a reducir el endeudamiento. El Plan, que finalmente fue rechazado, planteaba mantener la subida de las tasas en base al IPC interanual y la depuración de todas las deudas, puesto que «existen muchas que han prescrito y que no hay posibilidad alguna de cobrar».

El PSOE también reclamaba que se evaluaran y diagnosticaran los servicios que se prestan a los ciudadanos para conocer cuáles son deficitarios, mientras que en cuanto al control del gasto propuso una la depuración de las obligaciones pendientes de pago, a través de la constitución de un órgano de control del gasto, integrado por políticos y técnicos, que se reuniría cada dos meses. Esta propuesta fue aprobada en 2005, pero no se llevó a término.

El PSOE sostiene que la aprobación del Plan traerá consigo la congelación de la plantilla municipal durante tres años sin que se cubran las vacantes que se produzcan por lo que se amortizarán las bajas y no se ofertarán nuevas plazas.

Obras sin ejecutar

Además, el Plan establece la necesidad de actualizar la base imponible y el tipo de gravamen del IBI lo que quiere decir que se tendrá que subir el IBI más allá del IPC, dado que la principal fuente de financiación del Ayuntamiento nace de los impuestos directos. León además afirma que se van a realizar operaciones por valor de ocho millones cuando las inversiones están cuantificadas en once, es decir, «se quedarán sin ejecutar obras presupuestadas porque no existe capacidad financiaras para realizarlas».

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