FAMILIA

Unicef y la Organización Mundial de la Salud, a favor de la lactancia en el lugar de trabajo

Ambas organizaciones piden más facilidades para que las mujeres puedan amamantar a sus bebés incluso en la oficina

MADRID Actualizado: Guardar
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El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) son firmes defensoras de dar el pecho en el lugar de trabajo, tal y como hizo ayer la diputada de Podemos, Carolina Bescansa. De hecho, el pasado verano, estas dos entidades emitieron un comunidado conjunto en el que pedían más facilidades para que las mujeres puedan amamantar a sus bebés incluso en el lugar de trabajo, con el fin de lograr que la tasa de lactancia materna exclusiva para niños menores de seis meses alcance, al menos, el 50% en 2025.

Ambas agencias de Naciones Unidas hicieron esta petición en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que tuvo lugar el pasado verano bajo el lema «Lactancia materna y trabajo –¡Hagamos que funcione!».

El director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, y la directora general de la OMS, Margaret Chan, consideraron necesario emitir una nota conjunta en la que solicitaban «eliminar todas las barreras a la lactancia materna» para alcanzar ese objetivo del 50% en 2025.

En este sentido, apuntaron que «los gobiernos deberían liderar el cambio haciendo de la lactancia materna una prioridad política en los planes de desarrollo nacional, aumentando los recursos para los programas que apoyan la lactancia y trabajando con las comunidades y familias para promover los beneficios de la lactancia materna». «Pero deberíamos hacer aún más para superar el obstáculo que previene potencialmente a millones de mujeres de dar el pecho: las políticas en los lugares de trabajo que no apoyan el derecho de las madres trabajadoras a amamantar a sus bebés en el trabajo», añadieron. Lake y Chan indicaron que la mayoría de las 830 millones de trabajadoras en el mundo «no se beneficia de políticas en los lugares de trabajo que apoyen a las madres que dan el pecho», y que esta cifra no incluye a las mujeres que trabajan informalmente, de forma estacional o con trabajo a tiempo parcial, en su mayor parte «las mujeres más pobres en los países más pobres».

Además, recalcaron que esta situación «no es sólo una pérdida para las madres trabajadoras y sus bebés», sino también para los empresarios. «Las madres trabajadoras con beneficios adecuados a la maternidad, como un lugar de trabajo que apoye la lactancia, tienen mayor satisfacción con su trabajo y mayor lealtad hacia quien las emplea. Los niños que han recibido lactancia materna enferman con menos frecuencia, con lo cual sus madres también faltan menos a su trabajo. Estos efectos contribuyen a una mayor productividad, beneficiando básicamente a las empresas y economías a las que contribuyen», apostillaron.

Tasa actual de la lactancia materna

Los máximos responsables de Unicef y de la OMS subrayaron entonces que «la lactancia materna ayuda a los niños a sobrevivir y desarrollarse, permitiéndoles resistir infecciones, proporcionándoles nutrientes críticos para el desarrollo temprano de sus cerebros y cuerpos, y fortaleciendo el lazo entre las madres y sus bebés», y que estos beneficios «duran toda la vida». En este sentido, un estudio reciente publicado en la revista Lancetmostró que los niños que habían sido amamantados al menos durante un año pudieron permanecer en la escuela más tiempo, tuvieron mejores resultados en las pruebas de inteligencia y adquirieron mayores ingresos siendo adultos que aquellos que sólo recibieron lactancia materna durante un mes. «A pesar de esta creciente evidencia, sólo un 38% de los niños en el mundo reciben lactancia materna exclusiva, recomendada durante los seis primeros meses de vida. Y aunque las tasas de lactancia materna han aumentado en todas las regiones del mundo, el progreso global se ha detenido», comentaron Lake y Chan.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha adoptado tres convenciones para establecer medidas protectoras para las mujeres embarazadas y futuras madres, que incluyen el derecho a continuar con la lactancia materna y promover opciones factibles para las mujeres que están fuera del trabajo formal. Un total de 67 países han ratificado al menos uno de esos tres tratados internacionales que protegen la maternidad. «Sabemos que la lactancia materna mejora la vida de millones de niños y básicamente beneficia a las familias, comunidades y a las sociedades. Nuestro reto ahora es hacer que la lactancia materna también funcione en los lugares de trabajo. Juntos podemos ayudar a las mujeres trabajadoras a dar el pecho y obtener los beneficios para ellas mismas, para sus niños y para la salud y el bienestar de las futuras generaciones», concluyeron Lake y Chan.

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