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Un instante de la representación de ayer - MAYA BALANYÀ

Los concejales de Carmena aplauden el regreso de los titiriteros del «Alka-ETA»

Justo un año después de la detención de los autores, la obra se volvió a representar y cinco ediles la respaldaron

Madrid Actualizado: Guardar
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Con mucha más expectación que hace justo un año, cuando la representaron por primera vez en una plaza del distrito de Tetuán y, esta vez, sin niños en la sala, los titiriteros de la compañía «Teatro desde abajo» representaron ayer nuevamente su obra «La bruja y don Cristóbal en Madrid». En una sala convencional, con representantes del Ayuntamiento en el patio de butacas y frente a numerosas cámaras de los medios de comunicación, Alfonso Lázaro de la Fuente y Raúl García Pérez sacaron sus guiñoles a pasear en el Teatro de Barrio de Lavapiés y, con ellos, el polémico cartel de «Gora Alka-ETA» que hace 365 días les envió a prisión por orden de un juez de la Audiencia Nacional.

Aquel cartel que justo hace un año fue la gota que colmó el vaso de numerosos padres cuyos hijos —de entre 5 y 8 años— presenciaron una obra con numerosos asesinatos e incluso una violación, fue ayer la parte más aplauida de la obra por los asistentes, que mostraron así su respaldo a los comediantes, quienes con su representación cargaron duramente contra la Justicia, los fuerzas del orden y los medios de comunicación españoles. Este respaldo que por la tarde se tradujo en los aplausos de los asistentes, entre ellos el concejal de Economía de Carmena, Carlos Sánchez Mato; por la mañana tomó cuerpo en forma de una carta enviada al diario Público y firmada por otros ediles del Ayuntamiento de Madrid, además de por diversos representantes de la vida política y vecinal de la capital.

Mauricio Valiente, tercer teniente de alcalde en Cibeles y los concejales Pablo Carmona, Rommy Arce y Montserrat Galcerán, suscribieron este texto en el que señalaban al Ayuntamiento como uno de los culpables de la persecución contra los dos titiriteros, que pasaron cinco días en la prisión de Soto del Real. En el texto, los firmantes estiman que el Consistorio «debería excusarse por la denuncia interpuesta en un primer momento» contra los comediantes. «Sólo así logrará restaurarse el honor y la dignidad de los falsamente incriminados», insiste el comunicado, que también señala a los medios de comunicación después de que la Justicia archivara la causa por enaltecimiento del terrorismo contra los titiriteros, que desde el primer momento señalaron al Ayuntamiento, en calidad de promotor del evento, cuando fueron arrinconados por la opinión pública.

«Sabían que en la obra había un asesinato y una violación en la obra», defendieron los comediantes entonces en alusión a Cibeles, desde donde fuentes de la concejalía de Cultura confirmaron a ABC que «las cosas no se hicieron bien». Entonces saltaron al disparadero los nombres de Celia Mayer, titular del área afectada, y Montserrat Galcerán, concejal presidente de Tetuán, el distrito donde se representó la obra que presenciaron numerosos niños de entre 5 y 8 años. El caso, como también denuncian en el comunicado, causó daño «a la actividad laboral y la carrera profesional de Ramón Ferrer, Lucía Callén y Jesús Carrillo», quien abandonó su puesto como director de Actividades Culturales del Consistorio. El primer nombre de esta lista, Ferrer, tampoco faltó ayer a la representación de una obra que, según puntualizaron los titiriteros mantuvo «su esencia», aunque también introdujo algunos cambios con respecto a la versión original, entre los que se incluye una crítica a varios medios de comunicación, entre los que se incluye este diario.

Charla posterior

La obra, que en un principio iba a ser emitida en abierto por internet, se difundió —aunque en una versión pregrabada— por diferentes puntos de España, donde también pudieron atender a esta pieza, que cuenta la historia de una bruja que comete varios asesinatos, ahorca a un juez y es violada, que hace un año alguien consideró adecuada para el público infantil. Justo después se celebró un coloquio al que ya no se quedó el concejal de Economía y que contó como ponentes con César Strawberry, el cantante de rap que recientemente ha sido condenado por el Tribunal Supremo a un año de cárcel por humillar a las víctimas del terrorismo mediante varios mensajes en las redes sociales, o Elena Ortega, la madre de Alfonso Fernández «Alfon», el joven detenido el 14-N por llevar una mochila cargada con explosivos. Ortega felicitó a los comediantes por ser «valientes y contestatarios» en la primera intervención del coloquio posterior a una obra de títeres que a punto estuvo de costarle el puesto a la concejal de Cultura del Ayuntamiento, Celia Mayer. Este año, Carnaval ya está a la vuelta de la esquina. ¿Se repetirá la historia?

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