Los dos titiriteros, ayer, al abandonar la prisión de Soto del Real
Los dos titiriteros, ayer, al abandonar la prisión de Soto del Real - ISABEL PERMUY
MADRID

Los titiriteros, ante el juez: «El promotor sabía que en la obra había una violación y un asesinato»

ABC tiene acceso a la declaración judicial de los actores del Carnaval, desde ayer en libertad con cargos

MADRID Actualizado: Guardar
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Los dos actores de guiñol detenidos el viernes por la tarde durante una actuación en el Carnaval de Madrid quedaron en libertad ayer por la tarde después de que la Fiscalía remitiera al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno un nuevo escrito cambiando su tesis: pasaba de pedir prisión incondicional a libertad con medidas cautelares. La decisión cristalizaba tras cuatro días encarcelados en la prisión de Soto del Real, de la que los titiriteros salieron a las 17:45 horas de ayer.

ABC ha tenido acceso a la declaración de Alfonso Lázaro de la Fuente y Raúl García Pérez, el sábado, en la Audiencia Nacional. Cada uno estuvo unos 20 minutos ante el juez y dejaron claro que, durante la negociacion con los representantes consistoriales, les adelantaron que la obra «La Bruja y Don Cristóbal. A cada cerdo le llega su San Martín» contenía pasajes violentos. «Nos contrata Madrid Destino, que es una empresa municipal [dependiente de la Concejalía de Cultura], pero nos entendemos con una persona llamada Ramón Ferrer», declararon, en referencia al designado por el Ayuntamiento para programar los actos carnavalescos y que ha sido destituido por Manuela Carmena.

«Aunque estaban advertidos –apostillaron los actores ante el juez Moreno– del contenido, con una violación y un asesinato». «Les advertidos de que la obra había quedado violenta», insistieron. Lo hicieron «en el momento de la contratación», bastantes días antes de que estallara la polémica. Aun así, el Consistorio de la capital lo incluyó en el programa como una actividad «para todos los públicos». «No la hemos publicitado nosotros, sino la organización municipal del Carnaval», detallaron los titiriteros.

También relataron que los responsables de la programación no vieron la obra previamente. Solo hubo un preestreno en mayo pasado, en Granada, «pero para un pequeño grupo de amigos», indicaron fuentes judiciales: «Realmente, se estrenó ese día [el viernes pasado] en Madrid». Los titiriteros explicaron que, cuando tenían el guiñol montado, antes de arrancar la representación, se percataron de que el público era meramente infantil y avisaron a los padres allí presentes de que el contenido no era el apropiado para los chiquillos, por si querían retirar a los niños de entre el público.

También dijeron que el libro «Contra la Democracia», de los Grupos Anarquistas Coordinados no se lo incautó la Policía. «Era del atrezzo de la obra. Se utilizaba una albóndiga-bomba hecha a mano, que iba en el libro anarquista». Sobre la pancarta «Gora Alka-ETA», indicaron que «la portaba el guiñol de un policía para incriminar a la bruja falsamente de pertenencia a una organización terrorista».

Ayer, el magistrado acordó la libertad al asumir los argumentos de la Fiscalía, que alegó que el riesgo de fuga de Lázaro y García había disminuido desde el sábado. Ambos –a los que les imputan un delito de enaltecimiento del terrorismo y otro de incitación al odio– tienen arraigo familiar acreditado. Ismael Moreno también justifica su decisión en la dificultad de que vuelvan a delinquir, pues «ha sido incautado judicialmente todo el material empleado» en la obra.

Los dos titiriteros tendrán que presentarse en el juzgado diariamente y no podrán salir de España, por lo que se les ha retirado el pasaporte. El juez concluye que «cualquier persona puede verificar» que la exhibición de la pancarta supone una alabanza a la banda terrorista ETA. El otro delito existiría porque la libertad de expresión no ampara escenas violentas que «constituyen un modo de fomentar al odio, hostilidad o violencia».

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