CÁDIZ CF

PREVIA: Cádiz CF-Girona: Puntadas para coser las heridas

Un equipo tocado en lo físico y lo moral, una afición intranquila, un duro enemigo... el Cádiz CF, ante una prueba de madurez

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

José Mari, Mantecón, Nico Hidalgo y Carlos Calvo en un entrenamiento
José Mari, Mantecón, Nico Hidalgo y Carlos Calvo en un entrenamiento

Más que heridas, rasguños. Más que doler, escuecen. Llamativas, pero superficiales. Los últimos lances han magullado su cuerpo, si bien la idea se mantiene en pie, como el ánimo, la moral, el espíritu. Eso hasta ahora, justo antes de una nueva batalla en terreno propio. El Cádiz CF sigue firme, manda su general desde la trinchera, y sus soldados le refuerzan si cabe su estrategia. El plan, tenga el nombre o la inicial que desee, es el que se marcó para ganar la Gran Guerra y no se discute. Se puede mejorar, pero nunca cambiar.

Esa es la idea. No obstante, la derrota hace flaquear, lleva a la ira, ésta conduce al miedo y termina apagándose la luz.

El cementerio se encuentra lleno de buenas intenciones y malas ejecuciones, producto de los nervios, de la ansiedad. Y esta temida palabra empieza a hacer el amago de aparecer por Carranza de un momento a otro.

La inquietud ya se ha instalado en el cuerpo de más de un cadista que no termina de asumir la dificultad y dureza de esta categoría. Sobre todo la igualdad. Hoy LA VOZ se le caerá de las manos cuando vea que el Cádiz CF, su Cádiz de su alma, se ha sumergido por vez primera en las posiciones de ascenso. Que se encuentra camino de regreso a ese lodazal del que tanto costó salir.

Sin embargo, queda un larguísimo trecho. 34 etapas. Como hacer el Camino de Santiago y pensar que ya es imposible cuando aún no has salido de Andalucía. Por eso, los responsables deportivos se saltan esa página clasificatoria y se detienen en un objetivo asumible al instante y necesario para reconducir el paso: hay que volver a los orígenes.

Recuperar la identidad perdida en Vallecas, más allá de planes y alternativas; coser de nuevo un traje despedazado en tierras madrileñas, con una manga por un lado y el pernil por otro. Esa intensidad, ha de regresar, no para correr más sino para correr mejor, que al fin y al cabo es lo que importa y diferencia al fútbol de una Maratón.

Cambios en el equipo

Cervera dará la última oportunidad a su columna vertebral. O reaccionan o habrá cambios, importantes. En la zaga no se aventuran cambios salvo esa posibilidad de relevo de Sankaré a Servando, por la fortaleza que ofrece en el juego aéreo y su desplazamiento en largo.

Las dudas continúan en la medular por su ineficacia. Con Garrido en la enfermería y Eddy Silvestre en Azerbaiyán, urge que José Mari acepte galones y retome el testigo, y Abdullah, irregular, aporta mejor salida de balón y mayor velocidad con respecto a Mantecón.

A la izquierda regresa Alvarito recuperado de sus molestias y por derecha el técnico reza para que la ausencia de Salvi no sea tan dramática como el curso pasado. El sanluqueño sufre un esguince en la rodilla y Nico y Aitor disputan su puesto. El primero es más del agrado de Cervera pese a no dar todavía ese paso adelante. Quizás sea cuestión de esperar.

Ortuño busca pareja, y ésta no es una página de citas. Nadie se consolida a su lado. La locura es tal que hasta el defenestrado Carlos Calvo, el ‘estorbo’, ha entrado en la lista, concretamente porque es el único especialista a balón parado. Puede ser Abel, o a lo mejor Rubén Cruz, pero se perfila Gorka Santamaría, en el ostracismo en las últimas semanas pero con fútbol y experiencia en la categoría para ofrecer algo diferente.

Enorme dificultad

El Cádiz CF, y es la realidad, se acostumbró a ganar casi siempre en Carranza en las últimas campañas. Cabeza de ratón, el grande entre los diminutos. Y ahora la hinchada tendrá que aceptar que el Oviedo tiene mejor plantilla, el Rayo dobla el presupuesto, y el Girona lleva dos años con la miel de Primera en los labios. No es que no sea fácil, es que es muy complicado derrotar a estos adversarios.

El conjunto catalán que dirige Pablo Machín ?posee un plan, su plan, radicalmente diferente al del Cádiz CF y que le ha proporcionado la consolidación en plata. Tres centrales, dos carrileros largos, tres centrocampistas y un par de arietes con llegada y gol. El italiano Longo lleva cuatro con los que ha catapultado a su escuadra tras un mal inicio.

Un enemigo de altura, una afición intranquila, un equipo diezmado por bajas decisivas... condicionantes que imprimen complejidad a la labor de un plantel que necesita puntos para coser esos visibles arañazos y recomponerse como el bloque que nunca dejó de ser. Hasta hoy, todos lo tienen claro. Eso es, hasta hoy.

Ver los comentarios