Un grupo de inmigrantes observa desde lo alto de la valla como compañeros son llevados a un autocar con destino a Rabat. :: J. B. A.
ESPAÑA

Las 'devoluciones en caliente' vuelven a Melilla

Decenas de subsaharianos permanecieron durante más de veinte horas subidos en la valla bajo un calor de 40 grados

MELILLA. Actualizado: Guardar
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La práctica de las denominadas 'devoluciones en caliente' volvieron a producirse ayer en Melilla después de que el pasado martes las fuerzas de seguridad marroquíes se negaran a que 30 inmigrantes que se encaramaron a la valla fronteriza fueran retornados a su territorio. Ayer, otros 75 subsaharianos de un grupo de 600 optaron por subirse a lo alto de la alambrada ante la imposibilidad de saltar al lado español. Una veintena de ellos, de nacionalidad maliense, aguantaron durante veinte horas a pesar de presentar heridas y tener que soportar temperaturas de hasta 40 grados. Finalmente, poco a poco, bajaron con cuentagotas conforme iban perdiendo las fuerzas. Los agentes de la Guardia Civil les expulsaron a Marruecos donde un autocar los esperaba para trasladarlos directamente a Rabat.

Sólo cinco inmigrantes lograron quedarse en territorio español: uno que por su propio pie llegó al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla y otros cuatro que fueron trasladados por efectivos de Cruz Roja a centros hospitalarios para recibir atención médica de urgencia debido a lo aparatoso y complicado de sus cortes y contusiones.

Nada ha trascendido sobre el motivo que llevó a que las autoridades marroquíes no admitiesen las devoluciones en caliente el martes. En cualquier caso coincidió con el anunció, unos días antes, de que un juzgado de Melilla ha abierto una investigación sobre este tipo de actuaciones, que, según denuncian varias ONG, viola los derechos de los inmigrantes. El mismo juez pidió la identificación de varios policías marroquíes que habrían golpeado con material antidisturbios y desde la zona española de la valla a varios subsaharianos.

La de ayer fue la segunda noche de tensión en la ciudad autónoma después de que el martes casi un millar de inmigrantes intentara también saltar el vallado fronterizo por distintos lugares para acceder a Melilla. Las fuerzas españolas no descartan nuevas avalanchas en las próximas horas debido a la gran presión migratoria sobre el enclave español y al colapso que viven los campamentos del monte Gurugú.