Un sector muy feminizado y mal remunerado

Las posibilidades laborales que prometía la Ley de Dependencia han caído en saco roto. Si bien fue uno de los sectores que más tiró del empleo, especialmente del femenino, hoy se encuentra entre los que más paro arrastra. Los servicios derivados de la norma los prestan fundamentalmente trabajadoras, cuyo nivel salarial es muy limitado. Los sueldos no superan los mil euros, incluso en titulados superiores. También se ha producido un retroceso en el reconocimiento del cuidador familiar, al que se le propuso un alta en la Seguridad Social a la que ahora es más difícil acceder.